El Extrugasa rozó la proeza, o casi el milagro teniendo en cuenta las condiciones en las que se presentó en Valencia. El equipo vilagarciano se creció ante las adversidades y realizó un auténtico partidazo en la cancha del vigente campeón de Liga y Copa, el Ros Casares, al que tuvo contra las cuerdas, pero la falta de gasolina en los últimos minutos le impidió hacerse con una victoria que hubiera puesto patas arriba la Liga Femenina.

Al Extrugasa le faltó muy poco para poner patas arriba la Liga Femenina. Tan poco que a falta de seis minutos para el final mandaba en el marcador (58-61) y que llegó al último minuto con opciones de victoria. Y es que el Extrugasa es un equipo que se crece ante las adversidades. Sin Marina Kress, con Agne entre algodones y con la mayoría de las jugadoras agotadas por el esfuerzo que representa jugar la EuroCup, lo normal es que ayer recibieran una paliza del Ros Casares, actual campeón de Liga y Copa y uno de los grandes favoritos para meterse en la Final Four de la Euroliga.

Pero a casta, pundonor, ganas e ilusión no le gana nadie al Extrugasa. Todo eso pusieron ayer sobre el parqué de la Fuente de San Luis y desde el primer momento las valencianas se dieron cuenta de que no iban a ganar sin bajar del autobús. Brown y una sensacional Agne Ciudariene tiraron del carro en el primer cuarto y continuaron el recital en el segundo. El Extrugasa ganó el primer parcial (19-21) y llegó al descanso con un 45-39 que hacía albergar esperanzas. La base y la pívot anotaron 26 de los 39 puntos. Pero tras el descanso sus compañeras las acompañaron, en especial una extraordinaria Katia Da Silva, impresionante en el rebote y también en la anotación -acabó el encuentro firmando un doble-doble, 14 puntos y 10 rebotes-. Un buen inicio de tercer cuarto impidió al Ros escaparse en el marcador y el partido entró en el período definitivo con un 58-56 en el marcador. Miriam y Asurmendi pusieron al Extrugasa por delante (58-61) y la hazaña parecía posible, ante la incredulidad de los aficionados locales. Pero el Ros Casares le vio las orejas al lobo y reaccionó con un 10-0 de parcial que situó el marcador en 68-61. Pero lejos de rendirse, las de Isaac Fernández sacaron fuerzas de no se sabe donde para mantenerse con vida en el partido. Pero esas fuerzas eran mínimas. Las vilagarcianas se quedaron sin gasolina y no pudieron darle la vuelta al marcador. Varias pérdidas de balón y unos cuantos tiros fallados lo impidieron.

Pero ahí queda su excepcional partido. Y eso que no estaba Marina Kress, que Sara Gómez no anotó y que Jo Hill sólo hizo 5 puntos. De lo contrario ahora todo el baloncesto femenino estaría rendido a los pies del Extrugasa.

Isaac Fernández se mostró contrariado tras el partido de Suiza pese a que su equipo ganó. Allí no le gustó la actitud, pero ayer, pese a la derrota, era el entrenador más feliz de la Liga. El excepcional partido y trabajo realizado por sus jugadoras compensaba con creces una derrota que antes del encuentro todo el mundo pronosticaba que se produjese con claridad. Pero es que "en las situaciones críticas este equipo se crece", señala el entrenador del conjunto vilagarciano. "Hemos perdido pero estoy muy feliz porque hemos hecho un auténtico partizado -recalca-, sólo nos ha faltado un poco de acierto y algo de oxígeno para ganar el partido", aunque destaca que "todo un Ros Casares ha tenido que pelear mucho y poner toda la carne en el asador para ganarnos". Isaac Fernández les pidió antes del partido a sus jugadoras que "no nos descompusiéramos en ningún momento" y así lo hicieron. A nivel individual elogia el partido de Katia y Agne "que lo han bordado" y reconoce que "para nuestra salud mental era importante hacer un buen partido después de lo ocurrido en Suiza". Ahora ya esperan al BC Moscú sin ningún complejo.

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