Premios AS del deporte | El basket femenino brilló con luz propia
En las
entrañas del Madrid Arena, Evaristo Pérez, seleccionador nacional femenino,
interrumpe una conversación telefónica y saluda a Marc Gasol en la zona de
maquillaje. Ya no se separará de él. Así son las cosas en el baloncesto, las
chicas ven desde sus concentraciones los partidos de los hombres y ellos
responden con apoyo y camaradería. José Luis Sáez recibe el premio de manos de
Carlos Martínez y se va directamente a Laura Camps, una de las capitanas de las
heroínas. El presente de Xavier Mascaró es para ellas. Vino Laura, jugadora del
Rivas Futura, pero le dejaron un mensaje nuestras Amaya Valdemoro, Martínez, Elisa Aguilar, Isa Sánchez y el resto de componentes de esta
selección de ensueño, que andan metidas ya en aviones y batallas europeas con
sus clubes.
Cuentan que en Chieti, donde sólo hincamos la rodilla el día
de Rusia y a regañadientes, todavía se habla de la selección de Evaristo, de la
que Pepe Sáez está tan orgulloso como de sus chicos. Porque son guerreras e
increíblemente se superan en cada escalón. Por eso, porque ellas importan mucho,
la FEB anda en la tarea de organizar el Preolímpico. Y, así, ir de la mano a
Pekín. En próximos días, en un congreso de FIBA Mundo en Estados Unidos,
tendremos más noticias. Quieren ir juntos, pero no revueltos. "Jugar un partido
mixto es, a día de hoy, una utopía", admite Laura. Nosotros tampoco queremos,
porque les disfrutamos de distintas maneras. El premio de Xavier Mascaró es la
salud de nuestro baloncesto.
Todos los años acaban
enamorando Este premio es para el baloncesto español, para las dos
seleccio¬nes por igual. Me gusta, porque no es habitual equiparar al deporte
masculino con el femenino. Porque mientras los doce de Pepu despiertan pasiones
desde el primer día de preparación, las jugadoras de Evaristo Pérez trabajan a
la sombra, su ruido no se escucha. Así ha sido este verano y así ha sido
siempre. Sin embargo, arranca la competición y poco a poco se hacen hueco y para
cuando se plantan en semifinales, nunca fallan (cuarto Europeo en el podio), ya
han conquistado a la afición. Y comparamos a Amaya Valdemoro con Gasol y a Montañana con
Garbajosa, y nos emocionamos con su garra, su espíritu. Y ellas saben que al año
siguiente tendrán que empezar otra vez desde abajo.
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