El Extremadura Dato jugó dos partidos ayer. Uno en la primera parte, en el que cayó derrotado y otro en la segunda mitad, en el que demostró que ya es un equipo de 'Primera'. Podría pensarse que tomaron una 'poción mágica', como la de Asterix en el vestuario, pero la realidad es que salieron las mismas jugadoras a la cancha que escucharon a La Granadilla, con 1.500 espectadores dejándose la voz por ellas y les dieron un premio, la victoria. Un triunfo de ensueño en su primer partido en Liga Femenina y además, ante uno de los grandes, el Arranz-Jopisa Burgos (59-51).

El encuentro, sin embargo, empezó mal para las jugadoras de Fernando Méndez. La inexperiencia les pasó factura y los nervios no presagiaban nada bueno. El Burgos, en cambio, un equipo que lleva once años en la máxima categoría y que fue tercero en la pasada campaña, salió con ganas de solucionar pronto un encuentro que para ellas debía ser sólo un trámite. La ala-pívot española Marta Zurro, del equipo burgalés, dirigió dos contraataques que marcaron, en sólo tres minutos, la primera distancia para su equipo en el marcador (4-8) y además, para indignación de los pacenses, salió a escena Teana Miller, una jugadora estadounidense que debía estar en Badajoz pero que finalmente fichó por Burgos. Miller decidió agradecer al Extremadura Dato su interés marcando nada más pisar la cancha (4-10).

Llega Korie Hlede

Pasaban seis minutos de partido en el reloj y el Dato no encontraba su sitio, pero entonces La Granadilla descubrió a una nueva heroína, la escolta croata Korie Hlede que, en media hora, conquistó a la afición pacense. Junto con la base de la tierra Lorena Infantes y la alero Lourdes Peláez consiguieron que el equipo fuese asentándose y sobre todo, coordinaron una defensa brillante.

Sin embargo, el Extremadura Dato no acertaba. Las pacenses eran capaces de parar al ataque burgalés pero no devolvían la moneda y en el aro rival, no entraba nada. Mientras, el Burgos iba colando poco a poco sus puntos, gracias a las internadas de Ciocan y Anna Cruz (8-19). La diferencia hubiese sido aún mayor si no llega a ser por la mano 'mágica' de Hlede que, cada vez que tocaba la pelota y tenía espacio, le daba dos puntos a su equipo. Gracias a Hlede y a la imperturbable Stevenson, la mayor anotadora del Dato con 15 puntos, las pacenses llegaron al descanso con esperanza (19-26).

Rabia y remontada

Durante el descanso, mientras las niñas del Club Gimnasia Badajoz entretenían a los espectadores, un aficionado comentó: «si metiésemos la mitad de los tiros que fallamos, ganaríamos el partido». Tenía razón y el milagro que pedía estaba muy cerca de producirse. El tercer cuarto, sin embargo, comenzó con la misma dinámica. Eso sí, había algo nuevo en la mirada de las jugadoras del Dato, era rabia. Lorena Infantes falló dos triples y cambió su eterna sonrisa por una mueca de fastidio. Lo bueno de la rabia es que parecía que el Dato se había dejado los nervios de novato en el vestuario y salía a pelear.

La pesadilla pacense, Marta Zurro, sin embargo, salió del vestuario con el mismo ritmo. Paseó su calidad por la cancha y logró la máxima ventaja para su equipo, de 17 puntos (24-41). En ese momento, el equipo pacense se despertó y comenzó a leer un guión que si repite el resto de la temporada le garantizará la permanencia. Lorena Infantes recuperó la confianza que la ha hecho merecedora del título de directora del equipo y con la ayuda de Korie Hlede, Mandisa Stevenson, Lourdes Peláez y Amra Dapo demostraron al Burgos que Extremadura tiene un quinteto muy peligroso. Korie lo acertaba todo y Lorena volvía loca a la defensa rival.

La Granadilla también se despertó y decidió que las burgalesas no se irían a su casa tan cómodas. Desde ese momento el público se convirtió en la pesadilla del rival empujando cada jugada del Dato hasta la canasta.

La defensa del Burgos se rompió y su única salida fue la agresividad que se transformó en tres faltas consecutivas sobre Peláez. La alero canaria no falló en sus tiros libres y además regaló un triple limpió dando el empate a su equipo (43-43) al final del tercer cuarto.

Un nuevo Dato

Aparentemente, todo podía pasar en los últimos minutos pero para entonces el Burgos se había contagiado de un virus peligroso, el público de La Granadilla que presionó a las visitantes. Con este panorama, se vio lo impensable, a Marta Zurro y Baranovic fallar. Por su parte, el Dato, una vez encontrado el ritmo, le cogió el gusto a marcar. Infantes demostró lo que puede hacer con su muñeca al realizar un pase por la espalda a Stevenson que, por supuesto, acabó transformándolo en dos puntos (57-49).

La Granailla se puso en pie y la burgalesa Anna Carbó se llevó las manos a la cabeza como diciendo «no puede ser». Pero fue el Extremadura Dato quien encontró su juego, recuperó la confianza, remontó el partido y conquistó a su público. La faena la remataron Korie y Stevenson dejando el marcador con el definitivo 59-51.