La ausencia de Milton y los pocos minutos
que tuvo Aguilar deslucen el partido de las estrellas en el que Europa cayó
80-93
Europa (80): Aguilar (2), Bibrycka (7), Valdemoro (8), Yilmaz
(12), Viteckova (2) -cinco inicial-, Aubert (11), Maltsi (2), Volnaya (3),
Ivanyi (7), Gruda (10), Stepanova (10), Cserny (6).
Resto
del mundo (93): Pondexter (17), Powell (12), Douglas (-), Ford (6), Whitmore
(11) -cinco inicial-, Canty (7), Johnson (10), Harrower (3), Nolan (6), Taylor
(7), Gaither (14).
Árbitras: Andersson, Vukanovic y
Kittlerova.
Parciales: 23-28, 19-32, 20-22 y
18-11.
El All-Star de la Euroliga femenina tuvo menos lustre del
esperado. Dos factores conllevaron a que el espectáculo no fuera el deseado por
los casi cinco mil espectadores. El primero el escaso protagonismo que tuvieron
las jugadoras del Ciudad Ros Casares y el segundo la clara superioridad del
equipo del Resto del Mundo sobre el europeo.
La primera desilusión se la
llevó el público cuando vio que Delisha Milton no iba a jugar. Ni tan siquiera
hizo la rueda. Una sobrecarga en la rodilla producida en el entrenamiento del
martes obligó a los servicios médicos del club a ponerla en barbecho para la
fiesta del baloncesto femenino.
La segunda fue la escasa participación de
Elisa Aguilar en el encuentro. La base fue titular, menos mal, porque después de
los primeros tres minutos de partido ya fue sentada. Al final la madrileña, la
más querida por la afición de la Fonteta, terminó con unos escasos nueve minutos
jugados y sólo dos tiros libres anotados.
Fue como una fiesta sin
anfitrionas, sin gancho para el público, y sólo tuvo un mayor protagonismo la
madrileña Amaya Valdemoro que fue de las que más minutos tuvo en el amistoso de
ayer. La alero del Samara también fue largamente ovacionada durante el
partido.
La otra razón por la que el partido no caló en la grada fue que
las jugadoras del Resto del Mundo demostraron desde el primer ataque (léase que
no se dice defensa) que en eso de anotar desde cualquier posición está mucho más
sueltas que las jugadoras del viejo continente. Al descanso, la ventaja ya era
de 22 puntos y aún quedaban veinte minutos por jugar. En el concurso de triples
del descanso la vencedora fue Caroline Aubert (Mondeville) que ganó en la final
a la americana Powell. Palau y Feaster se quedaron cerca de luchar por el
triunfo en el concurso.
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