Cada fin de semana, cada nueva jornada, el USP CEU MMT Estudiantes tiene una oportunidad de ir sumando victorias, de ir obteniendo resultados positivos, de ir respirando en una tabla de clasificación que le tiene sin apenas aire. Pero cada fin de semana, cada nueva jornada desperdicia esas oportunidades y ya sólo le quedan 6.
La oportunidad de esta jornada tenía nombre castellano: Arranz Jopisa Burgos. Se jugaba además en territorio local, aquél que dícese ser más ventajoso para el equipo de la tierra, pero ni por esas. El USP CEU MMT Estudiantes sucumbió ante el poder de un sorprendente tercer clasificado y no sólo eso, si no que lo hizo además de forma estrepitosa, por nada más y nada menos que 31 puntos de diferencia. Se dice pronto.


Varios días después de los hechos no viene al caso rememorar lo que pasó minuto a minuto, sería urgar más en una profunda herida a la que apenas le queda tiempo para cicatrizar. Lo malo es que para que consiga cicatrizar primero habría que parar la hemorragia y al Estu se le escapa la sangre a borbotones. El pasado sábado apenas aguantaron un tiempo, o dos cuartos, según se mire. Al descanso llegaron con un corte que necesitaba 8 puntos de sutura, pero con la aguja y el hilo preparados para actuar a la vuelta de vestuarios. Eso era al menos lo que parecía desde la grada, justo desde detrás del banquillo estudiantil. Pero debía ser un hilo como aquél famoso del emperador creado por Anderssen, un hilo inexistente que sólo alcanzábamos a ver aquellos que aún creemos en este proyecto y en estas jugadoras. Lo malo es que, al igual que al emperador los súbditos le devolvieron a la realidad, las propias jugadoras nos fueron enseñando que lo que habíamos creído ver era sólo producto de nuestra propia fantasía.


El equipo comenzó a ceder y ceder terreno. Entonces les entraron las prisas por recuperar el espacio perdido y decidieron hacerlo desde más allá de la línea de 6′25. Fatal idea. De 23 intentos apenas acertaron en 5 lanzamientos. No entendí las prisas, ni el poco rigor de esos tiros, ni la necesidad de buscar la fortuna tras esa línea. No entendí muchas cosas y me pregunté otras tantas. ¿Lo que vimos en Magariños fue el ánimo de estas jugadoras reflejado sobre la pista? ¿Bajan los brazos a 6 jornadas del final? ¿Dan la temporada por perdida? ¿Asumen más de un mes antes del final de la Liga su descenso de categoría? Rápidamente me doy cuenta de lo que mi cabeza ha pensado en un momento de debilidad. Sé que no puede ser. Creo en estas jugadoras, creo en el proyecto que tienen, en sus ganas de jugar, en su deseo de vencer, en su disposición para dejarse la piel en cada encuentro. Sé que no han bajado los brazos. Sé que no dejarán de luchar. Y sé que lo del sábado fue sólo un error, un despiste, un momento de debilidad. Pero que desde hoy mismo en el entrenamiento volverán a conjurarse para que no les vuelva a pasar.


Lo sé. Lo tengo claro. No van a bajar los brazos y yo tampoco. Ahí estaremos hasta el final, sufriendo mucho sí, pero disfrutando más. Eso seguro.

¿El resultado del partido? Me vais a perdonar, pero lo he olvidado, ahora sólo pienso en el sábado 3 de marzo, a las 18h. Esperad que para entonces seguro que os hablo de una nueva victoria. Yo lo creo así.
Virginia Algora
LOK@S X EL BALONCESTO FEMENINO
Fotografía: J. A. Fdez. de Córdoba