Cuadrat es un joven técnico de tan sólo 27 años que ha asumido de manera natural
el reto de salvar al Filter.
Joan Albert Cuadrat ha tomado las riendas del Mann Filter Zaragoza cuando
restan diez jornadas para finalizar la temporada y su equipo ha perdido 7 de sus
8 últimos partidos de Liga. Hasta ahora era el ayudante de Pedro Martínez -él le
trajo al club en noviembre del 2005-, y con la marcha del asturiano se hará
cargo del primer equipo tal y como el propio Pedro Martínez deseaba que
sucediese. Con tan sólo 27 años, el técnico catalán afronta un reto para el que
se siente "capacitado" ya que, como él mismo reconoce, "cuando salí de
casa hace año y medio mi reto era entrenar algún día un equipo de la máxima
categoría como primer entrenador, lo que no esperaba es que fuera de esta
manera. Pese a todo estoy muy agradecido al club por su confianza", confesó
ayer el técnico amarillo en una larga e interesante charla mantenida con
EQUIPO.
La primera palabra clave que surge durante la charla es responsabilidad.
"Para mí es una responsabilidad muy importante porque tanto las jugadoras
como el club confían en mí y eso me llena de responsabilidad y ganas de hacerlo
bien".
El nuevo primer técnico ya se ha puesto manos a la obra para trabajar "en
la faceta sicológica para recuperar a las jugadoras que se habían caído por
desmotivación, porque ya no se contaba tanto con ellas. Espero ser un revulsivo
para ellas porque necesitamos a las once jugadoras".
A nivel táctico no habrá cambios importantes. "Sólo voy a modificar
pequeños detalles porque en toda la planificación técnico-táctica desde
principio de temporada he tenido una participación muy activa y creo que lo que
estábamos haciendo estaba bien y creo firmemente en ello", aseguró el
catalán.
Lo que sin duda necesita el equipo zaragozano es un refuerzo interior, ya que
el equipo sólo cuenta con tres jugadoras interiores puras. "Estamos buscando
una pívot por una cuestión meramente de número, ya que en cuanto ha habido
lesiones como últimamente el equipo se queda muy escaso de efectivos bajo aros,
ya que en el perímetro afortunadamente somos ocho jugadoras ya que Cristina
Ouviña es una más", argumentó Cuadrat, que además dirige los pasos de la
base zaragozana en el equipo júnior del que se ocupa desde principio de año y
con el que va a seguir "aunque sea delegando funciones".
El problema para fichar ese necesario refuerzo interior está en que "sin
ayudas externas no podemos acometer el fichaje, necesitamos generar un dinero
del que ahora no disponemos", reconoció amargamente.
Pero al margen de esa problemática lo que realmente preocupa a Cuadrat es el
hecho de que la actual situación del equipo "ha de cambiar. Porque si no la
dinámica se puede volver agobiante e incluso asfixiante".
Para el nuevo preparador amarillo "el objetivo único e ineludible es la
salvación, y además hay que tratar de lograrla cuanto antes. Lo que tengo claro
es que sufriremos, pero puede que con nueve triunfos e incluso con ocho si le
ganamos el average a Estudiantes podemos conseguirlo. Si bajáramos sería un
drama", reconoció.
Para alcanzar esas tres victorias que, a priori, podrían sellar la salvación,
Cuadrat apunta como claves "los choques ante Lugo y Estudiantes", aunque
reconoce que "las cifras sólo son cuentas y no realidades".
Por último el técnico quiso mandar un mensaje a su afición: "Espero que la
fiebre amarilla siga ahí porque sin ellos la soledad sería abrumadora. Estamos a
dos victorias del descenso y todavía quedan diez jornadas en las que hay que
jugar con consciencia y corazón hasta en los partidos que parecen imposibles. El
calendario que nos queda es duro pero si todos ponemos el corazón será posible
la salvación". Que así sea. diarioequipo.com
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