El Mann Filter, con un presupuesto ajustado, ha logrado con su esfuerzo y trabajo en equipo una gran primera vuelta que le acerca a la salvación. El domingo empieza a rematar la faena Con la humildad por delante y la entrega, el esfuerzo y el trabajo en equipo como bandera. Así ha sido el Mann Filter Zaragoza de la primera vuelta de la Liga Femenina, y merced a ello ya acaricia su primer objetivo de la temporada: la salvación. A pesar de contar con un presupuesto ajustado, el equipo que dirige Pedro Martínez ha dado una lección. Ha demostrado que sin grandes estrellas, confiando en la gente joven y amparándose en el sacrificio colectivo de cada una de las jugadoras los resultados pueden llegar. De esta manera, las amarillas ya han hecho olvidar la tambaleante campaña pasada y han deleitado a sus escasos pero fieles seguidores con triunfos inolvidables, como los logrados ante el Hondarribia o la paliza al Rivas. Sólo les restan tres victorias para alcanzar la permanencia (con nueve deberían salvarse) y todo lo que logren a partir de entonces será un exitazo. Las aragonesas comenzarán a rematar la faena este mismo domingo en casa ante el Gran Canaria.
Es cierto que ha habido "altibajos", como reconoce el entrenador del Mann Filter, pero las alegrías han superado a las decepciones, teniendo en cuenta el gran potencial de algunos rivales, por lo que el conjunto está "con la cantidad de victorias esperadas en el mejor de los casos", admite Martínez.
De hecho, restan trece jornadas para lograr tres triunfos tranquilizadores. "Con nueve habitualmente no sufres. Hay margen para lograrlos, pero no hay que olvidar que esto no es estadística y que hay que jugar para ganarlos. No es fácil vencerlos", insistió el técnico amarillo.
Además, y fiel a su estilo, no quiere mirar más allá hasta no lograr el primer objetivo. "Hasta mediados de febrero tenemos un calendario factible y, si sumamos tres victorias, luego echaremos cálculos", añadió.
El secreto del equipo zaragozano ha sido múltiple. Primero, llegar bien preparado a un inicio liguero que era vital; segundo, el trabajo en equipo, dado que no contaba con ninguna súper estrella; tercero, la entrega defensiva, desde donde partirían los éxitos aragoneses; y cuarto, la confianza en jugadoras jóvenes.
"Ya contábamos con tener que echar mano de las jóvenes como Ouviña, y además hemos tenido gratas sorpresas con la aportación de Naiara (Díez) o de Checa jugando de pívot. Nos salieron bien las apuestas. Nuestro mayor problema fue el tener que cambiar de base, que nos trastocó los planes puesto que a Kiesha le costó adaptarse", comentó el entrenador.
Martínez es consciente de que lo fundamental ha sido el "esfuerzo y el trabajo en equipo, porque cuando perdimos ese sentido comenzamos a perder, y en el momento en el que lo recuperamos volvimos a ofrecer buenas sensaciones, como contra Valencia o Rivas". Pendientes de la lesión de Lima El equipo ha vuelto al trabajo y lo ha hecho a un "buen ritmo. Las jugadoras han vuelto bien, ya que ninguna es propensa a ganar mucho peso y eso nos ha permitido entrenar con intensidad desde el primer día". Eso resultará vital de cara al primer compromiso del 2007 ante el Gran Canaria. Pero lo más preocupante de cara a ese encuentro y a los venideros es la participación o no de Cindy Lima.
La pívot amarilla sufrió poco antes del parón una importante lesión de espalda que le impidió participar en el encuentro frente al Rivas. Ni siquiera eso evitó la victoria aragonesa, pero su presencia en el equipo es vital.
"Está en pleno proceso de recuperación, entrenando muy suave. Hay que esperar", afirma un Martínez quien sabrá en los próximos días el verdadero alcance de la lesión. Un obstáculo, pero no insuperable, ya que la raza del Mann Filter parece que este año puede con todo E. COSCOLÍN heraldo.es |