Todo un clásico como es el derbi entre el Olesa y el Viladecans vuelve de nuevo al calendario del grupo B este sábado. La rivalidad entre ambos equipos lleva varios años poniéndose de manifiesto, y a resultas de esto siempre acaban presenciándose (muy) buenos partidos El Nexus Olesa es un equipo con un fino sentido del baloncesto, al que le gusta la calidad exquisita como medio para alcanzar buenos resultados. Esta temporada la plantilla está repleta de excelentes jugadoras con una alta capacidad para destrozar el aro contrario. La profundidad del banquillo le permite a Lucas Mondelo tener muchos recursos para salvar las dificultades que se le presentan. Salvando la sorprendente (por la contundencia) derrota obtenida en Zaragoza, la marcha del Nexus Olesa era magnífica por cuanto había sumado seis victorias consecutivas, alguna de ellas de mucha calidad como la conseguida ante el Olis Sóller. En partidos como ése, las olesanas demostraron estar en el camino correcto para acceder a la Fase de Ascenso; ahora toca repetirlo contra un rival siempre incómodo tanto por su filosofía como por su condición de rival comarcal.
Es el Gesproarq Viladecans Estrusal nuevamente un equipo peligroso, pese a los cambios producidos en la plantilla e incluso a la marcha de Padrós a principios de campaña. Poco ha cambiado en ese sentido en el club, porque los equipos de Xavi Tubau tienen la maravillosa capacidad de agarrarse a los partidos, de pelear y competir hasta el final, aun cuando el marcador es ampliamente adverso (que se le pregunten al Olis Sóller y a tantos otros "damnificados" por las remontadas). Otra de las virtudes del equipo es que aún no ha perdido dos partidos seguidos, habiendo sacado tres de sus cuatro partidos como anfitrión. Fuera es otro cantar, pero en Olesa ya ha mojado en anteriores temporadas. De hecho, ha mojado siempre. Tres visitas y tres visitas... Así pues, ¿a qué estadística nos atenemos entonces? FEB |