SAO PAULO, Brasil, 23 de septiembre - Australia finalmente se queda sola en la cima del baloncesto femenino, tras aplastar a Rusia por 91-74 en la final del Campeonato del Mundo de Brasil hoy.

Las Ópalos habían entrado entre las tres mejores naciones en todos los Juegos Olímpicos y Campeonatos del Mundo desde 1996, pero esta es la primera vez que un equipo sénior australiano ha puesto sus manos sobre una Medalla de Oro en el más alto nivel.

Penny Taylor fue de Nuevo la estrella del show, acabando con 28 puntos para ganar el título de MVP del Torneo, por delante de su compañera Lauren Jackson y de la rusa, Maria Stepanova, que quedó en una distante tercera posición en la votación.

El esfuerzo de Taylor es incluso más impresionante, considerando que arrastró una lesión en la ingle durante la segunda mitad del torneo, pero fue el pegamento que mantuvo a las Ópalos juntas durante su carrera hacia la historia.

Australia ha sido el único equipo que ha permanecido todo el torneo imbatido, unas extremadamente merecedoras del título de Campeonas del Mundo.
Los Estados Unidos habían Ganado la Medalla de Oro en todos los torneos importantes desde las Olimpiadas de Atlanta, cuando Australia hizo su irrupción ganando la Medalla de Bronce.

Pero la derrota de las americanas en la semifinal, contra Rusia, unido a la mejorada forma de Australia en cada partido del torneo, permitió la emergencia de un nuevo orden mundial.

Desde el salto inicial, las australianas estuvieron claramente nerviosas frente a la mayor asistencia de público de cualquier partido del torneo que no incluyese a la nación anfitriona, sufriendo para encontrar el ritmo mientras Rusia saltaba para ponerse con una primera ventaja de 9-2.

Un tiempo muerto de la entrenadora Jan Stirling, sin embargo, calmó a las Ópalos, que inmediatamente se lanzaron a un parcial de 11-2 para conseguir una ventaja de 13-11 mientras se desarrollaba la batalla.
Stirling rotó a sus jugadoras a lo largo del cuarto y las australianas encontraron su ritmo, obteniendo una ventaja de 19-15 tras la primera pausa antes de extenderla hasta el  24-15 al principio del segundo cuarto.

Fue entonces cuando  las Ópalos empezaron a imponer algo de autoridad.

Algunas excelentes defensas llevaron a una gran cantidad de oportunidades ofensivas y a un 11-0, que dio a Australia una ventaja de 17 puntos a sólo cuatro minutos de la pausa principal.

Rusia se ha ganado la reputación de ser una gran nación en el deporte y consiguió recuperar el rumbo en la contienda.
Stepanova, un emparejamiento de pesadilla, cortesía de su capacidad atlética y de sus 202cm, mostró el camino y que las rusas produjeran un parcial de 15-6 para estrechar el margen hasta el 43-35 al descanso.

Pero Taylor tomó el mando en la segunda parte, produciendo consecutivos robos y contras a mediados del tercer cuarto, mientras las Ópalos se hacían con una ventaja campeona de 21 puntos.

Desde este punto el partido fue una procesión mientras las australianas se creaban un lugar único en la historia deportiva de la nación.

En el partido anterior, los Estados unidos  derrotaron contundentemente a Brasil por 99-59 para conseguir la Medalla de Bronce.

Traducido por Miguel Bordoy
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