2006/09/21 CÓMO DARLA CARA ANTE UN GIGANTE |
Llovía sobre Sao Paulo. Llovía fuera del pabellón, en ese apabullante enjambre de 18 millones de habitantes, y llovía dentro, por más que les suene a chiste. La FIBA se llevó el Mundial a Brasil y el Rusia-España se jugó con 500 aficionados en las gradas y goteras en el parquet. Chicha para el rotulador de Francisco Ibáñez (que de hacer un 'Mundial 2006' para Mortadelo y Filemón habría dibujado a una de la limpieza recogiendo con su mopa el agua en pleno salto inicial), pero triste imagen para un cuarto de final en el que se veían las caras Rusia, subcampeona del mundo y de Europa, y España, bronce en el último Eurobasket. Lo que no fue de chiste fue la imagen de nuestra Selección. Todo lo contrario: las de Domingo Díaz exhibieron talento y casta a partes iguales, una mezcla que nos hace sentir orgullosos. Se perdió, sí, pero hay formas y formas de perder como hay formas y formas de ganar. Pepu dixit (19-9-2006).
La Selección está realizando un gran campeonato y sería injusto que empezáramos ahora a lamentarnos, a decir que si no hay medalla no somos nada y demás lindezas en las que los españoles somos cum laude. España mantuvo el tipo y sólo cedió cuando Rusia encontró por fin a su gigante, Maria Stepanova. Desde sus 2,02 metros -siete centímetros más que nuestro tallo, Montesdeoca- acercó el aro a sus compañeras y con él, la victoria. Rusia cazó 17 rebotes más que España (40 por 23) y sus árboles no nos dejaron ver el bosque cuando más cerca lo teníamos. Maldito abono. Héctor Martínez (Diario AS)
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