El baloncesto español soñaba en Brasil con lograr su segunda medalla en un Mundial en apenas medio mes, pero Rusia se cruzó en cuartos de final en el camino de la Selección femenina, que a partir de hoy deberá luchar del quinto al octavo puesto. Poco premio para tanta garra. Los cuartos de final de este Mundial femenino devuelven al deporte español a la realidad, otra vez con los pies en el suelo, y otorga más valor si cabe al oro del campeonato masculino. Ganar por veinte puntos de ventaja un cruce de este calado, y los octavos y la final, sólo está al alcance de un equipo de leyenda como el de Pepu, Pau y compañía. Este duelo de cuartos, que separa la gloria de la decepción, es un listón difícil de salvar, aunque desde el tres de septiembre nos sentíamos pertiguistas voladores, capaces de todo y empezamos a escuchar hablar de un oro femenino utópico. Oro no fue, pero se rozó un gran éxito, quizá otra medalla o simplemente el cuarto puesto, que hubiera mejorado la mejor clasificación de la historia (quinto). La Selección de Domingo Díaz acarició las semifinales, las tenía ahí delante, casi podía abrazarlas (47-51 a cinco minutos del final), pero Schegoleva nos las arrebató con sus tiros de media distancia. El acierto de la ala-pívot rusa acabó con la heroica resistencia de las guerreras españolas, otra vez a punto de sobreponerse a una constante en este campeonato: su inferioridad en el rebote (ayer, 40-23 en contra). En el baloncesto masculino, con esa desventaja física, no hubieran llegado tan lejos. La pívot estrella de Rusia, María Stepanova, mide 2,02 metros, 17 centímetros más que la cuatro española (Montañana), y atrapó el doble de rechaces (10 por 5). La casta del equipo nacional en defensa, sin embargo, compensó algo los números forzando 20 pérdidas del rival.
El arranque del encuentro fue de diseño, de diseño español claro. El acierto en el tiro de Ana Montañana, Elisa Aguilar y Amaya Valdemoro agarró frías a las rusas: 11-21. El técnico ruso Igor Grudin palidecía más si cabe en el banco, pensando quizá en que apuraba sus últimos minutos como seleccionador. Pero reaccionó y con él toda Rusia. Ordenó una defensa en zona 2-3 y España se ahogó, literalmente, en medio del diluvio sobre Sao Paulo que se tradujo en peligrosísimas goteras en la pista.
España no anotaba. Se quedó anclada en los 21 puntos, mientras que su rubia adversaria iba sumando con cuentagotas: 13, 15, 17... No paraba de apretar (Korstin era un demonio) y culminó la remontada: 23-22. Un triple de Valdemoro rompía la sequía tras ocho minutos sin lograr un canasta en juego. Rusia seguía en zona y amenazaba con reventar el choque (33-27 tras un parcial de 22-6).
Enfrente tenía un equipo con más pundonor, que no se rinde jamás, y así es durísimo abrir hueco. La Selección se rehizo y recuperó la iniciativa, que le duró hasta dos minutos del final (51-53), cuando Schegoleva encadenó cinco puntos antes de partirse la crisma en el parqué por las goteras. Un triple de Valdemoro devolvía la esperanza a un minuto de la bocina (58-56); pero, siempre ella en ataque, erró un tiro y una entrada para empatar. Individualista para lo bueno y para lo malo. Ayer fue la de arena. Jose Luis Sáez (Presidente de la F.E.B.): "Me deja un sabor agridulce, pero es para estar orgulloso" H. M. (Diario AS). Lo primero que hizo el presidente de la FEB nada más acabar el partido fue felicitar a la Selección. "Lo han dado todo, tan sólo nos faltó suerte".
- ¿Qué sabor le deja la derrota con Rusia? - Pues un sabor agridulce, porque el partido ha sido muy igualado y hemos tenido posibilidades de ganar hasta el final. Se ha dado todo y sólo la suerte ha decidido.
- Por tanto, felicitación a las jugadoras... - Sin duda. No tengo nada que reprocharles. Su comportamiento ha sido excelente, todo el mundo habrá podido verlo.
- Del augurado chaparrón ruso, nada de nada pese al diluvio sobre Sao Paulo. - Eso sí que ha sido un chaparrón. En lo deportivo ha quedado demostrado que España puede codearse con las mejores del mundo. Lo hemos hecho ante Brasil, Australia y Rusia, todo ello con las limitaciones que podamos tener.
- Una fundamental, y eso es materia prima y regalo de la naturaleza, la de la altura. - No podemos hacer nada contra el mayor poder físico de las rivales. Fíjese en los centímetros de la selección rusa. Pero pese a eso hemos dado la cara. Sólo nos faltó la suerte.
- La que tuvimos con el triple errado por Nocioni en el Mundial masculino ahora nos dio la espalda. - Así es el baloncesto. Pero ya digo, no podemos poner ningún pero, porque las chicas han estado fantásticas. Estoy orgulloso de esta Selección, que está dando la cara en un Mundial tan exigente.
- Pese a viajar con sobrepeso en la maleta: la presión extra por el oro de los chicos. - Sí, pero ellas han demostrado que saben competir contras las mejores. Han demostrado que son un equipo.
- Y mucho más que Valdemoro, nuestra fuoriclasse. - Somos un equipo en el que todas aportan: las de dentro, las de fuera. Ésa es nuestra virtud.
R.GONZÁLEZ (Diario AS).
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