El Ros Casares atesora en sus filas una gran calidad individual, pero la campaña no está respondiendo del todo a las expectativas depositadas en el equipo y eso está haciendo cundir cierto nerviosismo. Lo cierto es que el partido que este fin de semana disputará ante el Universitario Ferrol no tendría que tener especial trascendencia para una escuadra valenciana que debería concentrarse en los rivales de su liga a estas alturas de la película pero, en cambio, de no imponerse las visitantes, podríamos estar hablando de una auténtica crisis de resultados en la casa blanqui-naranja.

Causas > No ha sido ningún factor en concreto el que ha llevado al conjunto levantino a esta situación. No han empeorado sus porcentajes, no ha sufrido ausencias por lesión ­salvo la de Lara Mandic frente al Barcelona­, y tampoco ha descendido el rendimiento de sus mejores jugadoras, pero el equipo ha cuajado cuatro partidos en los que ha perdido dos y vencido otros dos por escasas diferencias ante conjuntos al borde del descenso. Cadì hace un mes y Yaya hace dos semanas estuvieron a punto de noquear a las valencianas, espoleadas por su necesidad de triunfos para escapar del descenso.

Tal vez esta misma necesidad y el recuerdo de sus dos últimas victorias puedan ayudar al Universitario a controlar a un equipo que destaca, sobre todo, por su buena selección de tiro tanto de dos como de tres puntos y que, movido por este índice de acierto ­en el primero de los capítulos son las mejores de la liga­ tiende a acelerar el ritmo de los partidos buscando llevarlos a altas cotas de anotación

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