2006/02/11 LA PERMANENCIA PASA POR VENCER A CADÍ |
Si de aquí al final de temporada el Universitario puede permitirse muy pocos errores, en el calendario del cuadro verde hay algunos encuentros marcados en rojo en los que está rotundamente prohibido fallar y uno de ellos es el que esta tarde lo medirá al Cadí La Seu. Vencer hoy en tierras catalanas no garantiza absolutamente nada, es más bien una obligación. Porque si la victoria no haría más que mantener a las pupilas de Miguel Maseda aferradas a la División de Honor, caer ante Cadì La Seu complicaría considerablemente el futuro de las departamentales que se descolgarían a dos partidos se pondrían ya de uno de sus principales rivales directos. Y de propina, no sólo está en juego el triunfo, también un basketaverage que, tal y como está la clasificación de comprimida, puede resultar determinante. Aquí el Universitario se la juega al doble o nada, pues tras ganar en Ferrol (84-65) en la primera vuelta, repetir resultado decantaría a su favor este apartado. Demasiado hay en juego para que el grupo departamental acuse de nuevo los problemas de concentración que en momentos puntuales ha exhibido en las últimas contiendas. Y es que, por unos motivos o por otros, al margen de resultados, el rendimiento del Universitario en los encuentros recientes no ha sido el esperado. Mal momento para titubear, debe asumir la plantilla departamental consciente de que vencer en el Palau Municipal d Esports pasa por entrar de lleno en el partido desde el pitido inicial y no concederse ni un respiro durante los cuarenta minutos. Básicamente porque el Cadì La Seu estará esperando la más mínima concesión para hacer saltar definitivamente el marcador a su favor. La escuadra catalana poco tiene que ver con la que cayó en Ferrol a finales de octubre. En los últimos meses la llegada de dos súper estrellas como la base Shannon Johnson con ella ha sumado, en ocho encuentros, tres de las cuatro victorias que acumula en su casillero y la pívot Latoya Thomas ha disparado su rendimiento y competitividad, aportando un halo de esperanza a un equipo que aparecía prácticamente como fijo en todas las quinielas del descenso. Las ilerdenses, sobre todo, han perdido sus complejos y no renuncian a tutear a cualquier rival. Saben cómo jugar para hacer más daño imprimen un juego soporífero, dónde son efectivas y, especialmente, a quién recurrir a la hora de jugarse el tiro decisivo. Carencias > Con todo, en su debe sigue habiendo las carencias propias de un equipo construido sobre la marcha y con cimientos demasiado endebles. No en vano, Tito Sobrín en la tercera jornada sustituyó en el banquillo a Oriol Villa, técnico con el que había logrado el ascenso dispone en un bloque muy reducido y con rotaciones escasas. Con cinco jugadoras que suelen sobrepasar los 35 minutos de media en pista, se explica en buena medida ese interés por dormir los partidos; y también se desvela cuál puede ser la principal arma del Universitario: desgastar a su rival defendiendo a morir y apuntillarlo al contraataque diariodeferrol.com |