Después de una semana de descanso, el Celta Selmark retoma el pulso de la competición con uno de los encuentros más complicados de la temporada, ya que visita la cancha del líder invicto de la competición, el GDKO Bizkaia, que no ha perdido ni uno de los seis partidos que ha disputado hasta el momento. El conjunto vasco es uno de los grandes favoritos para hacerse con la primera plaza del grupo y pelear en la fase de ascenso por retomar la categoría que perdió la temporada pasada, en la que se quedó a tres victorias de la salvación.

El equipo entrenado por Carlos Colinas aprovechó el parón para coger cuatro días de vacaciones y desconectar del baloncesto, pues no podemos olvidar que es el equipo que más pronto comenzó la pretemporada, a comienzos de septiembre, y las jugadoras acumulaban un gran desgaste después de tanto tiempo entrenando. Esta desconexión le vino muy bien a la plantilla, que el miércoles volvía a los entrenamientos con un semblante muy diferente, y, como se suele decir, con las pilas cargadas.

Las jugadoras del Celta Selmark llegaron a los entrenamientos en buena forma física, tal y como comprobó el técnico vigués en los primeros entrenamientos, en los que pudo contar con todas las jugadoras al no haber lesionadas.

Desde el mismo miércoles la plantilla comenzó a preparar el partido de esta tarde, a partir de las 18.00 horas en el pabellón de Urreta en Galdakao. Un partido que los aficionados vigueses podrán seguir en directo a través de un enlace en la web de la competición, www.ligafemenina2.es. En el conjunto céltico nadie resta importancia a la dificultad del encuentro. El técnico, Carlos Colinas, indicaba antes de partir hacia Euskadi, que "el GDKO es un rival muy compacto, duro y muy sólido cuando juega como local". Colinas tiene claro que "es el mejor equipo de la categoría", con lo cual "a partir de ahí se deduce cómo se presenta el partido".

El cuadro vasco es el segundo equipo anotador de la categoría con una media de 73 puntos por partido. Situación que se repite en defensa con una media de 41 puntos encajados por partido.