En el baloncesto, como en la vida, no haces suficiente de ser trabajador y buena persona. Y eso es lo que le pasa al Cadí que, bien entrenado por Miguel Ángel Ortega, se vacía sobre la pista los cuarenta minutos, genera incomodidad al rival, que tiene problemas para jugar, y por tanto para anotar, pero con ello no hace basta. ¿Qué les falta a las pirenaicas? El talento ofensivo que sobra en un equipo como el Spar CITYLIFT Girona que, aunque no pudo romper el partido de salida con una Ify Ibekwe hiperactiva que lo quería resolver por la vía rápida, lo terminó haciendo al inicio del último cuarto de la mano de sus otras fuentes de alimentación ofensiva: Jordana, Chambers, Kuktiene y la recuperada Gidden ...

Demasiado equipo para el Cadí que, por mucho que Ortega haga presionar sus jugadoras en toda la pista durante los cuarenta minutos, en ataque ayer mostró pocos argumentos más allá de la pelea de Laura Gil por dentro y algunos tiros abiertos de Suárez. Al final 69-49 y décima victoria en once jornadas, para un Spar CITYLIFT Girona que ya tiene asegurado de manera matemática disputar la Copa del la Reina, con muchas opciones de ser cabeza de serie para que la próxima semana se enfrentan Salamanca y Conquero. Como bien decía Ramón Jordana después del partido de ayer, "aunque lo intenten es imposible que ganen los dos".

Aunque el Uni fue siempre por delante en el marcador, las gerundenses sólo superaron una vez, y de manera momentánea, los diez puntos de ventaja. Fue en el 39-28, justo después de un triple de Noemí Jordana, y es que durante muchos minutos la presión de las pirenaicas alteraba bastante el juego del Uni como para provocar que los ataques estáticos del Uni no tuvieran la clarividencia de otros días. Sin Ibekwe, que descansó muchos minutos en el segundo cuarto, el Spar CITYLIFT tampoco tenía de manera constante la capacidad física para pasar la presión rompiendo de manera individual con el bote.

Los triples tampoco entraban como una semana antes contra el Gran Canaria, pero como el Cadí no sabía cómo ocultar sus carencias en ataque, la diferencia se mantenía casi siempre alrededor de estos puntos y, lo que es más importante, con la sensación de que mientras un equipo (Cadí) iba con el agua al cuello para mantener este nivel el otro (Uni) podía acabar decidiendo el partido en cualquier momento. Y así fue.

Ni la cuarta falta de Ify Ibekwe a dos minutos para terminar el tercero, ni las dudas de Jedda bajo canasta, impidieron que al final la lógica se acabara imponiendo. La jamaicana jugó poco, 11 minutos, pero su presencia bajo los aros (9 rebotes) en los primeros minutos del último cuarto complicó la vida en la internacional española Laura Gil y, esto, añadido, a un par de tiros abiertos de Noemí Jordana y Vita Kuktiene, y las ya clásicas jugadas poco ortodoxas de Brittany Chambers sirvió para irse de 22 puntos de diferencia antes de unos dos minutos finales en los que Ramón Jordana buscó el aplauso del público de Fontajau a las veteranas cambiante- las para las jóvenes Elia Ros, Pilar Comella, Anna Jodar y IHO López. Todo el mundo contento y el primer objetivo de la temporada, jugar la Copa, ya está en el bolsillo.

Marc Verdaguer
foto: M. Martí
diaridegirona.cat