 Toch Sarr logró el pasado sábado contra el Embutidos Pajariel Bembibre 17 puntos, su mejor marca de la temporada, confirmando que va acercándose a su mejor nivel. Han pasado apenas dos meses y una semana del nacimiento de sus dos hijas gemelas, Khodia y Diarra, a las que dio a luz el 19 de septiembre por cesárea. "No estoy al 100% físicamente, pero me voy sintiendo mejor", comenta la jugadora de 30 años natural de Dakar (Senegal). El disputado contra el Bembibre es ya el quinto partido que juega Toch Sarr, que se ha recuperado a tiempo récord de un parto por cesárea que le dejó "vacía". "La operación te deja sin nada, pero al mes ya empecé a entrenar poco a poco con Azu Muguruza, un poco de tiro, algún ejercicio de piernas...". Ver los cuatro primeros partidos fuera del equipo era una sensación nueva para ella: "Sufría sin poder jugar. En la grada no puedo estar. Eso me ha motivado bastante, veía los partidos y pensaba cómo podía ayudar al equipo", comenta la jugadora africana.
Después del parto, Sarr no se ponía una fecha concreta para retornar a la actividad deportiva: "El médico me dijo que escuchara al cuerpo y el cuerpo me está respondiendo bien, gracias a Dios. Ya la semana anterior a jugar contra el Bembibre hice unos buenos entrenamientos y me empecé a sentir más flexible de piernas. En el partido me encontré cómoda y encima llegué bastante fuerte al final del partido, y esta semana también me noto bien. No estoy al 100%, pero voy progresando".
Jugó embarazada
La jugadora del IDK Gipuzkoa UPV cree que una de las claves para su buena forma física tan poco tiempo después de tener dos niñas es que siguió jugando hasta los cinco meses de embarazo. "Acabé aquí la temporada pasada embarazada sin saberlo y luego a mediados de abril fui a la Liga de Ecuador, al Deportivo Quevedo. Lo mejor de todo es que fui aún sin saber que estaba embarazada. Entrenando y jugando notaba molestias en la espalda que no se me iban y fui al médico, que me dijo que estaba embarazada". Pese a ello, no dejó el equipo: "Me encontraba bien físicamente y jugué hasta finales de mayo. Nos eliminaron en las semifinales de los play-off por el título, y jugué porque me sentía bien. No tenía miedo de darme un golpe ni nada".
Además de la propia recuperación de una cesárea, la jugadora del IDK Gipuzkoa UPV tiene una dificultad añadida para encontrar su mejor nivel tanto físico como de juego: compatibilizar los entrenamientos, partidos y largos viajes con el cuidado de sus tres niñas, porque tiene, además de las gemelas, otra niña de seis años llamada Maguette, que nació en Ponferrada: "Nació allí porque esa temporada había jugado en el Bembibre. Lo llevo bien, aunque no tengo nada de tiempo. Entreno y voy a casa porque las niñas me están esperando. Les doy el pecho. Mi vida ahora mismo es el equipo y la familia, que es lo que más me gusta. Las primeras semanas dormía poco, pero ahora estoy descansando mejor. Además, tenemos una chica que nos ayuda con la casa y mi marido asume su parte. ¡También nuestra hija mayor ayuda mucho!".
Su agotadora agenda llegará al menos hasta finales de marzo, cuando acaba la temporada 2014-15 de la Liga Femenina, pero luego la pívot tiene intención de parar: "El próximo verano se disputa la Copa de África, pero creo que voy a descansar. Lo voy a necesitar".
Néstor Rodríguez GIPUZKOA UPV
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