El Al-Qazeres tira de gatillo para intentar mejorar sus resultados (dos victorias y seis derrotas). La primera víctima --y puede que no la última-- ha sido Afure Jemerigbe, que ha llegado a un acuerdo con el club extremeño de la Liga Femenina de baloncesto para rescindir el contrato que unía a ambas partes. La decisión podía intuirse desde hace días e incluso semanas. La jugadora no se había adaptado al papel que le otorgó su entrenador, Jacinto Carbajal. La mayoría de las veces ha sido utilizada para un trabajo específico en defensa, mientras que en ataque pocos balones pasaban por ella, estando muy poco acertada en el tiro.

Además, ambos habían protagonizado un llamativo incidente en la segunda jornada, cuando la norteamericana de pasaporte nigeriano se negó a disputar los últimos minutos frente al Universitario de Ferrol.

Aquello se resolvió con la apertura de un expediente disciplinario y la consiguiente multa económica. Durante un tiempo, y tras pedir perdón públicamente, Jemerigbe mejoró ostensiblemente su actitud y fue la mejor en choques como el del Pajariel Bembibre en casa.

Sin embargo, al final ha acabado pesando más un nuevo bajón en su rendimiento deportivo. Se esperaba de ella que aportase algo más que esos 5,6 puntos en 19 minutos de media, teniendo especial relieve sus bajos porcentajes (29% en tiros de dos --9/31-- y 30% en triples --6/20--). Pese a su fibroso físico y jugar como '3', tampoco ha ayudado en el rebote: solamente ha capturado ocho en otros tantos partidos jugados.

NO ADAPTACION La chica, de 22 años, vivía su primera experiencia profesional en un mundo muy distinto del que hasta ahora había habitado. Ser una estrella universitaria en California no le ha servido para tener éxito en la Liga Femenina y finalmente todos han aceptado que era mejor terminar con el vínculo.

Jemerigbe se despidió el lunes por la noche de sus hasta ahora compañeras. Les dio las gracias por su ayuda y les deseó suerte en el futuro. Ahora, convencida de que puede triunfar y que lo sucedido forma parte de su aprendizaje, buscará un nuevo destino en otra competición.

El Al-Qazeres ha perfilado la operación para que le suponga un coste mínimo o incluso cero. Ahora, el dinero que ha liberado lo empleará en otra jugadora, aunque resulta muy difícil que el fichaje que se hará llegue a tiempo para el partido del próximo sábado ante el Gernika (18.30 horas). Más posible es que debute en casa el día 29 ante el Conquero (16.00 y ofrecido en directo por Teledeporte).

Con el recuerdo de que hace menos de un año le salió bien el cambio Minata Keita-Tatiana Kehsler, el club sabe que no puede equivocarse y está peinando exhaustivamente lo que se cuece en el mercado. Y lo hace sin prejuicios sobre qué posición busca. La sustituta no tiene por qué ser necesariamente una alero, la posición que ocupaba Jemerigbe, aunque sí debe ser nacional, comunitaria o 'cotonou', ya que las dos plazas de extranjeras están cubiertas por Callan Taylor y Lady Comfort.

Una posibilidad es fichar a una base y desplazar definitivamente a Andrea Vilaró al puesto de escolta o incluso una pívot a la vista de que el Al-Qazeres ha necesitado más ayuda bajo los tableros en varios encuentros. Pero no se quieren dar pasos en falso y este movimiento deberá esperar unos días.


Javier Ortiz