Sustentado sobre victorias y, sobre todo, buenas sensaciones, el trabajo siempre es más sencillo. Incluso, cuando los contratiempos parecen dificultarlo. Por eso, a pesar de que las molestias físicas de algunas jugadoras han condicionado el ritmo de entrenamiento del Universitario, el cuadro departamental afronta con confianza el partido que esta tarde, a las 18.00 horas, lo va a medir al Gipuzkoa UPV. Las de Lino López siguen siendo de las últimas en llegar a esta competición pero, después de seis partidos y, sobre todo, de comprobar que pueden poner en aprietos a cualquier rival, han ganado en seguridad en sus posibilidades.
Tienen perfectamente claro cuáles son sus puntos fuertes y qué y cómo tienen que desplegarlos para poner en aprietos a su rival y precisamente en ello se amparan para encarar una contienda con cierta "trampa". Trampa porque, a pesar de que el cuadro vasco es antepenúltimo, con solo una victoria en seis partidos, su clasificación no hace justicia al potencial de una plantilla que mantiene la misma base que el ejercicio pasado, en el que resultó mucho más competitiva.
El UPV solo ha ganado al colista Campus Promete, pero puso en muchos aprietos a un Cadì La Seu con el que cayó en la prórroga tras haber tenido la victoria en sus manos. Además, las donostiarras han contado ya en las dos últimas contiendas con una de sus jugadoras claves en los últimos ejercicios, Toch Sarr -quien pasó por las filas del Universitario hace unos años-.
La jugadora senegalesa fue madre de gemelas el pasado mes de septiembre y, recuperada de su cesárea, se reincorporó hace tres semanas al equipo. Todavía no ha alcanzado su nivel de la pasada campaña pero el tiempo juega a su favor y, poco a poco, su aportación al equipo está siendo más importante.
Pero quienes están llevando el peso del juego son, sin duda, la joven Miriam Forasté, una de las pivots con más proyección del panorama nacional y, sobre todo, la ferrolana Arantxa Novo, totalmente integrada en la dinámica de un club en el que afronta su sexta campaña y en el que es una pieza clave en su juego.
Aprovechando su explosividad, el UPV despliega siempre un ritmo alto de juego y, al igual que el propio Universitario, prefiere jugar en transición que tener que encarar el aro rival tras ataques en estático. Un planteamiento en muchos aspectos parejo que el grupo ferrolano espera contrarrestar con la que ahora está siendo su arma más demoledora: la defensa.
Ganar pasa por defender, ser competitivas pasa por defender, tener opciones en ataque pasa por defender... El éxito del Universitario hasta el momento se ha basado en la defensa y esa es la única línea viable ante cualquier rival.
Eso sí, hacerlo con la intensidad adecuada dependerá mucho de que Lino López pueda contar con todos los efectivos de una de por sí limitada plantilla. Y ahí es precisamente donde la semana se le complicó a un Universitario que tuvo que prescindir en varios entrenamientos del concurso de Bea Sánchez y Patricia Benet, ambas con problemas en sus rodillas. La pívot se ejercitó ya el jueves y estará ante el UPV con casi toda probabilidad. La escolta valenciana, sin embargo, se ha pasado la semana en blanco y, aunque viajó, su concurso no está del todo claro.
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