Embutidos Pajariel vuelve a poner balance positivo a su casillero clasificatorio tras derrotar 76-66 al Universitario de Ferrol en un partido en el que el equipo local fue a rachas y en el que acabó viviendo de las rentas y complicándose la vida en un partido que parecía resuelto cuando en el minuto 28 adquiría una ventaja de 17 puntos (58-41). El choque fue trepidante al final porque el Universitario aprovechó tres faltas ingenuas de la escuadra local para acercarse a siete puntos.
Abrió el marcador Rosó con un triple, que fue respondido con dos canastas consecutivas de Denesha Stallworth, la pesadilla del equipo berciano en el primer cuarto, anotando los primeros ocho puntos de su equipo.
Las acciones de ambos equipos transcurrían con normalidad, pero las sensaciones que transmitía la formación local eran de tranquilidad, sin jugadas apuradas y ajustando las defensas paulatinamente. El rival presentaba un baloncesto sencillo y en estos primeros compases bastante efectivo. La máxima diferencia del equipo de Ferrolterra se produjo en el minuto 9 con un 12-18 tras un parcial de 2-12 (15-20 al final del cuarto).
En el segundo cuarto un 2+1 de Monty acompañado por los puntos de Vivas y Edwards ponían en franquicia el marcador para el cuadro local (22-20 en el minuto 12). Las defensas suben líneas entre las jugadoras del equipo local, cerrando las líneas de pase del equipo visitante, que consumiría los 24 segundos varias veces. Un parcial de 9-2 obligó a Lino López a pedir un tiempo muerto (24-22). El dominio en el marcador se hizo patente en los cinco minutos previos al descanso con un parcial de 12-3, erigiéndose Monty en la gran protagonista ya con 21 puntos de valoración (38-28 en el intermedio). A la vuelta de vestuarios una tímida reacción visitante es frenada por el Embutidos Pajariel, retomando el ‘tempo' de juego.
Eran minutos en los que el Universitario buscaba más el uno contra uno que las jugadas de sistema. Eso lo aprovechó Monty para dominar ambas zonas.
La máxima ventaja del choque (58-41) en el minuto 28 coincidiría con un vendaval en el juego ofensivo local. Las de Lino López harían la goma con pequeños arreones, lo que evitó la sangría. Stallworth volvió a ser determinante en la segunda mitad para mantener a su equipo, aunque Peters no brillo, sobre todo por la defensa de Dita.
En el último cuarto se vio cómo Bembibre desaprovechaba su ventaja para verse apurado en los últimos instantes, bajando su porcentaje de acierto en tiro y anotando de punto en punto, lo que sirvió al rival para acercarse hasta los siete puntos. Se puso serio Bembibre para acabar ganando por 10.
El sábado a las 18.00 horas, el rival es Avenida en Salamanca.
Chiqui Barros hizo una valoración del choque destacando el segundo cuarto y la defensa de su equipo: «Esta Liga es muy igualada, competitiva y dura. Habiendo perdido un partido por un punto que pudimos ganar y después de perder en Girona, había que ganar. Vamos dando pasos poco a poco para el objetivo. Minimizamos a Peters con una defensa de las que se ven pocas en baloncesto femenino. La victoria debió ser más holgada. En el primer cuarto no defendimos bien. Pero el banquillo defendió bien y con un segundo cuarto soberbio en todos los sentidos encarrilamos el partido. Si en los tres últimos minutos no nos entra el miedo y ellas no viven del tiro libre en faltas absurdas, hubiésemos ganado por más. En días como hoy se ve el valor de personas como Monty y la defensa de Dita a Peters. Ha valorado seis, pero juega un partido imperial. Para ser muy competitivas hay que ser todavía más regulares».
E.P.S. / F.R.O.C.
foto: L. de la MAta
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TERCERA DERROTA PARA EL UNIVERSITARIO
El tercer partido frente a uno de los semifinalistas de la temporada pasada le trajo al Universitario su tercera derrota de la competición. El equipo ferrolano, de todas maneras, demostró nuevamente que no desentona dentro de la máxima categoría nacional y, a pesar de que el Bembibre que dirige el ferrolano Chiqui Barros demostró tener más experiencia y claridad en los momentos importantes, cuenta con argumentos para complicarle la vida a muchos de los rivales a los que se vaya a enfrentar en la liga.
Al cuadro de la capital del Bierzo Alto, de hecho, se las complicó en los primeros minutos. A pesar de que fue la escuadra local la que empezó mejor asentada sobre la cancha, el Universitario pudo jugar a la velocidad que más le convenía y, especialmente, anotar con relativa facilidad para tomar ventaja en el marcador, aunque con rentas que no fueron nunca muy grandes.
Las cosas, sin embargo, se le empezaron a complicar al equipo ferrolano en el segundo cuarto, cuando el Bembibre le metió una marcha más a su rendimiento defensivo. De esta manera, al Universitario le costaba llegar al campo de ataque -apenas pudo correr durante este segundo parcial- y, ya en estático, no tenía el acierto necesario para culminar sus acciones. Por eso, el cuadro berciano no solo neutralizó la desventaja con la que había entrado en este cuarto, sino que su regularidad a la hora de anotar hizo que fuese creciendo su renta hasta los diez puntos con los que se plantó en el descanso.
aciertoLa vuelta del intermedio parecía mostrar al Universitario del comienzo del partido, jugando con ritmo y anotando con facilidad. Pero fue un espejismo, porque en cuanto el Bembibre se puso las pilas empezó a encontrar con demasiada facilidad huecos en la defensa de un rival que, a pesar de que trató de frenar la sangría que estaba sufriendo a través de una zona, vio cómo su rival alcanzaba su máxima diferencia del partido (55-39, min. 27) a poco de acabar el tercer cuarto, lo que complicaba las aspiraciones del cuadro ferrolano.
Las imprecisiones, sobre todo de las locales, fueron la característica del último cuarto, lo que aprovechó el Universitario para ir reduciendo su desventaja hasta situarla por debajo de los diez puntos. Pero al equipo ferrolano le faltó continuidad para llegar a acercarse de manera realmente peligrosa al Bembibre, que no llegó a pasar por problemas especialmente serios para conservar la ventaja que había conseguido anteriormente y, de esta manera, llevarse la victoria.