Casi ocho años y medio después de que dijese adiós a la competición en su primer periplo por la categoría, el Universitario Ferrol regresa a la Liga Femenina con el firme propósito de, en esta ocasión, prolongar un poco más su estancia entre la elite pero, sobre todo, con la intención de que la ciudad disfrute al máximo de la experiencia. El baloncesto femenino es un deporte de moda y que Ferrol disfrute de él cada dos semanas resulta un privilegio.

El pistoletazo de salida para las pupilas de Lino López se producirá esta tarde, a las 19.00 horas, en su feudo de Esteiro. Allí reciben a una escuadra plenamente consolidada en la categoría, el Cadì la Seu, a la que precisamente ganaron en la final de la Liga Femenina 2 en la campaña 2004/05, la de su primer ascenso.

La formación ilerdense, séptima en el pasado ejercicio, afronta el campeonato tremendamente renovada, con siete novedades en sus filas entre las que figuran bien jugadoras de talento contrastado y experiencia a alto nivel, bien baloncestistas de gran calidad técnica y proyección. De  entre todas, destaca la internacional Laura Gil, que la pasada semana se integró en la dinámica del grupo tras la medalla de plata conseguida con España en el último Mundial.
Ella es la principal referencia de un equipo en cuyo banquillo se estrena Miguel Ángel Ortega, un técnico catalán cuyos inicios como entrenador, allá por la década de los ochenta, estuvieron estrechamente ligados al baloncesto ferrolano, siento durante varias temporadas técnico asistente de Javier Casero en el OAR y llegando a dirigir al conjunto departamental en la liga ACB.

Competir
Tras proclamarse campeón de la Copa Galicia y dejar buenas sensaciones durante toda la pretemporada, la plantilla del Universitario cuenta las horas para que se produzca un debut que llevan muchas semanas esperando. Hasta siete de las jugadoras de las que se proclamaron campeonas de su grupo en la LF2 han renovado su compromiso con el club, lo que ha permitido al equipo técnico, al frente del que repite Lino López, trabajar sobre una base sólida. En ella parecen perfectamente integradas las nuevas incorporaciones: la escolta valenciana Patricia Benet y las interiores norteamericanas Denesha Stallworth y Haley Peters.

La abrumadora diferencia física entre la segunda y la primera categoría del baloncesto femenino español, así como la falta de experiencia de buena parte de las jugadoras del equipo ferrolano, serán los principales hándicaps que las locales esperan suplir con dosis extras de trabajo