Fuera porque unas andaban con contenidos deseos de iniciar el campeonato o porque otras llegaban con todavía las sensaciones competitivas al cien por cien, lo cierto es que España pasó por encima de la selección croata dejando unas diferencias en el marcador exageradas teniendo en cuenta el nivel del adversario.
PRIMER CUARTO, PRIMER CICLÓN (21-7)
Tras primeros minutos de tanteo, de toma de contacto con el campeonato, (5-6) España empezó a defender con eficacia y a atacar con la fluidez necesaria para emprender rumbo a una victoria aplastante. Iho López bajo los aros, Laia Flores en la dirección, Ángela Salvadores en la continua amenaza reducían al mínimo el ataque y la defensa rival en una impresionante demostración de superioridad. Al final del primer cuarto el 21-7 del marcador dejaba claro lo sucedido en esos primeros diez minutos.
ZONA INÚTIL DEL RIVAL (43-23)
Desde el banquillo croata se intentó cambiar el ritmo del partido cambiando defensas pero la zona rival fue atacada con la paciencia necesaria por nuestras jugadoras, buscando siempre un pase más, un acto de generosidad permanente hasta encontrar el mejor tiro. Y ese tiro, ya fuera cera o lejos llegaba con el tiempo necesario para ser eficaz. Evaristo fue dando entrada progresiva a jugadoras más frescas físicamente para conseguir llegar al descanso con veinte puntos de diferencias (43-23) y la sensación de que lo más difícil, es decir, arrancar en un campeonato, estaba hecho.
DESCOMUNAL EXHIBICIÓN EN LA SEGUNDA PARTE (70-29)
Inconmensurable España en la reanudación ante una Croacia vencida desde el descanso. La ambición de unas contrastando con la desolación del rival. España imprimiendo un ritmo descomunal, inaccesible para Croacia o para cualquiera que durante esos minutos se hubiese puesto delante de ese tsunami devastador. Las diferencias se multiplicaban y esos veinte puntos que parecían muchos al descanso pasaban a ser 41 al final del tercer cuarto (70-29).
MÁS TODAVÍA, MÁS (102-35)
Pensaría Evaristo que más valdría guardar algo para más adelante pero nadie era capaz de frenar la avalancha de baloncesto de nuestra selección, ni tan siquiera cambiando jugadoras porque toda la que pisaba el parquet lo hacía con una ambición ilimitada y porque cada defensa parecía ser la más importante del campeonato. Brutal, insaciable, España se iba a diferencias de cincuenta, sesenta y hasta setenta puntos contradiciendo los pronósticos de igualdad de nuestro seleccionador. Al final, 102-35...
La Clave: La mentalidad, basada en el deseo de algunas de iniciar un campeonato y de otras de integrarse al nuevo reto conservando la misma ambición que en los anteriores.
El Detalle Técnico: Evaristo se guardó arsenal táctico para más adelante y basó su estrategia en una intensa defensa individual y enorme velocidad en las transiciones ofensivas.
El Momento: Por si podía existir alguna duda, la salida de España tras el descanso fue demoledora con un parcial que dejó el partido completamente visto para sentencia dejando al rival sin capacidad prácticamente para anotar.
Los Protagonistas: Laia Flores especialmente y todas, sin excepción, tanto en aquellas que aportaron puntos como en las que demostraron clara ambición de trabajo que no sale en las estadísticas pero que dota al grupo de una enorme capacidad de trabajo.
Conclusión: Esta victoria, por su contundencia, debe convencer a nuestras jugadoras de sus capacidades y a la vez concienciarlas de que es fundamental ofrecer este aspecto de ambición siempre
FEB
