Los antiguos sabios decían que no hay que despreciar a la serpiente por no tener cuernos; quizás algún día, se reencarne en dragón. Y ese día, tras un lustro de incontestable dominio colegial, ha llegado. Esa serpiente, cuyo paladar quedó impregnado hace catorce jornadas de un ígneo regusto, es ahora ese dragón cuya lengua de fuego devastó el pasado sábado a un ejército mermado (que no disminuido) por un puñado de inoportunas bajas que, lejos de decidir la contienda a su favor, le añadieron un valor incalculable. Es precisamente a lomos de ese imponente dragón de alas rojas desde donde ahora, quince batallas después, hasta el más desdichado podría observar el mundo prácticamente desde lo más alto.

Y es que el pasado sábado, además de una nueva victoria, nuestro primer equipo consiguió clasificarse virtualmente para la Fase de Ascenso a Liga Femenina. Y lo hizo, no sin esfuerzo, en la emblemática cancha de un Tuenti Móvil Estudiantes cuyo desenfadado planteamiento sorprendió a las nuestras desde el primer minuto de partido. De ahí el feroz intercambio de canastas que ambos equipos protagonizaron en un primer periodo marcado (15-20) por el dominio bajo los tableros de las nuestras, y el desparpajo de las jugadoras de Tuenti Móvil Estudiantes, que aprovecharon su efervescente inercia anotadora para ponerse por delante en el marcador mediado el segundo periodo (24-22). Una circunstancia que provocó que las nuestras pusieran en marcha su potente entramado defensivo para recuperar rápidamente la ventaja en el marcador, obligando a Adolfo "Fito" González a detener el partido al borde del descanso para intentar frenar una avalancha (4-13) que acabó superando a las suyas al final del segundo periodo. La brecha, se hacía cada vez más grande (28-35).

Ya en el tercer periodo, la horda local se propuso inquietar de nuevo a las nuestras (35-36), aletargadas tras un merecido paso por el vestuario. Un mal arranque que las de Antonio Pernas solventaron sin prisa pero sin pausa, recuperando el balón de oxígeno que minutos antes le habían concedido ingenuamente a su rival. Todo ello, haciendo de las suyas desde atrás, desordenando cada ataque de un Tuenti Móvil Estudiantes que se resistía a que las nuestras se despegaran en el marcador. Al final del tercer periodo (38-48), con las espadas aparentemente en todo lo alto, las nuestras terminaron de imponer su dominio físico para abrir una brecha que a la postre sería definitiva en el marcador. Una vez más, la exigente disciplina defensiva fue determinante para que las nuestras cosecharan una importante victoria que les acerca, aunque de forma virtual, a ese ambicioso objetivo marcado al inicio de la presente temporada. Siempre habrá una frontera donde haya mentes abiertas, y manos dispuestas.