Pepe Vázquez (Santiago de Compostela, 3 de junio de 1980) es uno de esos entrenadores que lleva el baloncesto en la sangre. Criado en el colegio de La Salle en Santiago, desde muy joven mostró una de sus mejores facetas: enseñar. Alternó durante varios años sus funciones como jugador, entrenador y coordinador de las categorías inferiores en el AD Cortegada. Ahora, le ha llegado su turno en la máxima competición del baloncesto femenino español dirigiendo al Beroil Ciudad de Burgos. Hola Pepe. La primera pregunta es obligada: ¿Por qué decidiste jugar al baloncesto antes que a otro deporte? En un principio jugué al fútbol hasta tercero de EGB, que fue cuando cambié de colegio y entré en La Salle. A partir de ese momento, hice un nuevo grupo de amigos que jugaba al baloncesto. Lo probé, me encantó y me enganchó, tanto que estuve jugando hasta los 31 años. Se puede decir que la vocación de ser entrenador te viene desde que eras muy joven. Desde que era muy pequeño decía que quería ser profesor, intentar transmitir los conocimientos que uno va adquiriendo a los demás. Desde los 18 años llevo entrenando y con el tiempo ves despertar inquietudes en ti mismo, te vas formando y las cosas me han salido bien para llegar hasta donde estoy ahora. Has trabajado mucho con categorías inferiores y con la cantera. Es un trabajo muy gratificante. Me encantan los clubes que por encima de todo tienen una estructura de club que posee cantera. Para mi es fundamental esa masa social, es básica para cualquier club. El hecho de ir por una calle y que las ‘peques' y sus familias se acuerden de ti y vengan a saludarte es algo impagable. Tras ser ayudante y coordinador de cantera, te llegó el turno de ser primer entrenador. ¿Cómo viviste esa primera experiencia? Con algo de incertidumbre y mucha ilusión. Se pone a prueba si estás capacitado o no para un reto de tal magnitud. En Cortegada me ayudaron mucho, me sentí muy apoyado tanto por directiva, cuerpo técnico y jugadoras. Con estos ingredientes uno trata de poner sus conocimientos al servicio del grupo, alimentando siempre las ganas por mejorar e incorporar cosas nuevas. Tras una temporada espectacular al frente del AD Cortegada, el equipo se mete en Play-Off a Liga Femenina y no puede disputarlo por problemas económicos. ¿Cómo lo viviste? Fue duro. El golpe anímico más duro que he vivido en toda mi carrera como entrenador. Cuando el club confió en mí para ser primer entrenador, también confió en mí un proyecto de futuro. A pesar de los problemas económicos solo perdimos tres partidos en toda la liga regular. Creo que teníamos la madurez para poder haber dado el salto de categoría y demostrar el nivel que el equipo tenía. Fue un batacazo duro por mí y por mis jugadoras. Me dio muchísima pena que el proyecto no tuviera continuidad. A pesar de todo, fuiste finalista a mejor entrenador gallego de la temporada 2012/2013. Siempre que reconocen tu trabajo el sentimiento es muy agradable. Yo lo sentí como un reconocimiento también tanto al club como a las jugadoras tras una temporada difícil. Tras anunciar que dejabas Cortegada, también dejas claro que vas a seguir entrenando. Te haces cargo de un equipo junior y un universitario. Y es entonces cuando te llama Burgos. Fue una enorme alegría. Que un club con la trayectoria de Burgos, con tantos años en la Liga Femenina se acuerde de ti, significa que están valorando tu trabajo previo en otros equipos. Lo asumo como una gran responsabilidad y al mismo tiempo con muchísimo orgullo. Es la primera vez que estás tan lejos de casa. ¿Qué tal lo llevas? Lógicamente se echa de menos la familia y a la pareja. Tengo que agradecer que en este sentido siempre haya contado con su apoyo. A veces surgen preguntas y dudas sobre el futuro que se puede tener como entrenador o la estabilidad que se puede conseguir, pero por suerte ellos siempre han estado a mi lado. Estoy haciendo lo que me gusta, lo que amo. Hay días difíciles, pero se sobrellevan porque siempre hay más días buenos que malos. Pepe, ¿Cómo calificarías el nivel de la Liga Femenina? Creo que el nivel es distinto. No hay tanto abanico de jugadoras extranjeras y comunitarias como había hace cuatro o cinco años. Puede que el nivel haya bajado un poco. La nota positiva es que las jugadoras jóvenes y nacionales tienen más oportunidades. Nuestro nivel de selecciones españolas es muy elevado. Estamos en ese paso previo para que en dos o tres años podamos tener una liga muy competitiva. Es un proceso de readaptación. El equipo cerró la primera vuelta con un balance de seis victorias y cinco derrotas, consiguiendo la clasificación para la Copa de la Reina in extremis. ¿Qué nota le pones al equipo? Un notable alto. De los seis partidos que yo he dirigido desde el banquillo hemos sacado cuatro adelante, más la clasificación para la Copa de la Reina, hecho que hacía muchos años que no se conseguía en el club. Es para estar muy orgulloso de todo el trabajo realizado a todas las escalas. Siempre que un club logra un premio así, todos los miembros tienen que sentirse muy orgullosos. ¿Cómo afronta el Beroil Ciudad de Burgos la segunda vuelta? Con la idea de refrendar lo que hemos hecho en la primera. Sin embargo va a ser más difícil todavía. Muchos equipos se han reforzado con jugadoras de calidad y nombre. Equipos que tenían expectativas más altas al comienzo de la liga y no las han cumplido, ven en estos partidos que quedan su oportunidad de alcanzar sus objetivos. La segunda vuelta va a ser más bonita para el espectador. ¿Cuántas victorias se necesitarán para asegurar la permanencia? Ocho o nueve. Si los basket-average son favorables con ocho puede valer. Todo depende del arranque de los equipos que están por debajo de nosotros en la tabla. Dentro de un mes quizá sea más fácil decir una cifra exacta. Pepe, ¿Cuál es la seña de identidad del Beroil Ciudad de Burgos? Mucho espíritu, alma y personalidad. Somos un grupo muy competitivo. Nuestra fortaleza reside en ello. Somos capaces de sobreponernos a los contratiempos semanales y a los malos momentos en los partidos. Las jugadoras tienen una enorme capacidad de trabajo. ¿Qué opinión tienes de Burgos como ciudad? Muy buena. Es una ciudad muy agradable y bonita. Tiene una zona antigua preciosa. Hay ambiente en las calles y hay zonas de ocio y en las que se puede ‘tapear'. Estoy muy a gusto en la ciudad. El único ‘pero' puede ser el frío. En Galicia tenemos el hándicap de la lluvia. Cada sitio tiene sus peculiaridades. Has sido dirigido por varios preparadores y parte del cuerpo técnico de otros tantos. ¿Qué entrenadores te han influenciado más? De todos los entrenadores que he tenido he intentado coger cosas que después me valieran a mí para aplicarlas como entrenador. Como jugador, Marcos Toquero me entrenó cuatro años en La Salle y aprendí muchísimo de él, como entrenador y como persona. Porfirio Fisac siempre me ha gustado mucho, siempre que he podido he acudido a todos los clínic o charlas que ha impartido. Tito Díaz es el que más me ha ayudado a introducirme en el baloncesto profesional. ¿Quién y cómo es Pepe Vázquez? Siempre me he considerado una persona de club. Me gusta tener contacto con la cantera si la hay. Soy un entrenador enérgico, que tiene mucha pasión por lo que hace, y muchas ganas por mejorar y progresar. Soy muy competitivo, ganador e intento dar todo lo que tengo. Un par de deseos para este nuevo año 2014. Deportivamente, que al club le vaya lo mejor posible. Toda la gente que estamos trabajando día a día lo merecemos. Espero que disfrutemos a tope de la Copa de la Reina y obtengamos los mejores resultados posibles de aquí al final de la temporada. A nivel personal deseo que los míos estén bien. Más globalmente, espero que toda la gente que lo está pasando mal salga hacia adelante y que todos los problemas que hay en la sociedad actual se solucionen. Ójala que a todos nos vaya un poquito mejor de lo que nos fue el año pasado.
C.B. CIUDAD DE BURGOS |