«Trabajo y humildad... No hay excusas», decía Bea Pacheco, entrenadora del GBP Cafés Barco, en su Twitter horas antes del partido decisivo de ayer en La Granadilla.

Su colega en el banquillo del Al-Qazeres, Jacinto Carbajal, apuntaba en la previa que la diferencia del partido de ida (39 puntos a su favor) no era real. Que había más igualdad entre las dos representantes extremeñas de la Liga Femenina 2. Y así fue. La humildad y el sacrificio de las pacenses, sobre todo tras el descanso, les acercó un poquito a la calidad de sus vecinas y el partido de vuelta de la final de la Copa de Extremadura fue más competido que el de la ida. Al final, superior pero no tanto, el Al-Qazeres ganó ayer (51-64) adjudicándose el trofeo. Los parciales fueron 11-22, 19-42, 34-53. Antes de la resolución de la final femenina se jugó el choque de ida de la semifinal EBA entre el GBP de Badajoz y el Plasencia Extremadura, en la que se impusieron los placentinos (68-77). Fue un duelo al que nunca perdió la cara el GBP. La vuelta, el día 26.


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