Cada inicio de una nueva temporada viene a responder las preguntas que plantea el verano. Los clubes trabajan para confeccionar las plantillas más competitivas posibles dentro de sus posibilidades durante el estío, pero es obvio que un equipo no se realiza en sí mismo sino en tanto que tiene que medirse ante una competencia que también persigue cumplir con sus objetivos

En la práctica: Rivas Ecópolis ha construido un equipo con argumentos para enganchar a su afición, pero la realidad presupuestaria obligó al club a realizar ciertas apuestas de mayor o menor riesgo. Arriesgarse con ambición es algo innato al deporte. Quedaba, por tanto, la parte más emocionante e incontrolable: llevarlo a la práctica. Y qué mejor modo de observar por primera vez a un equipo que enfrentándolo con el club más poderoso del baloncesto español y con la motivación de haber una Supercopa en juego. ¿En qué punto se encontraría este Rivas Ecópolis? ¿Tendría la capacidad de competir en una de las canchas más calientes de Europa?

El resultado frío dice que Perfumerías Avenida salió vencedor, sí, pero lo hizo después de que, a falta de sólo cinco segundos, se saliese del aro un triple para empatar lanzado por Vega Gimeno. Primera respuesta: sí, se puede competir. Sí, se puede seguir soñando. El partido, además, extrajo una serie de interesantes lecturas adicionales:


Una idea de juego definida

Una de las dualidades más apasionantes del baloncesto es que, pese a ser una actividad eminentemente física, se trata de uno de los deportes con una mayor profundidad táctica. Si la principal característica en los practicantes de este deporte es la altura, es fácil resaltar como hándicap la baja altura media en la actual plantilla de Rivas Ecópolis. Llamó la atención el hecho de que el conjunto ripense planteara un quinteto titular en el que ninguna jugadora llegaba al 1'90 de altura, frente a un Avenida con jugadoras, esencialmente, ‘más altas'. Por lo tanto, se trataba de hacer de la necesidad, virtud. Y el fulgurante comienzo del partido mostró exactamente eso: una capacidad para correr que dejó KO de salida al rival. Las salmantinas tuvieron que reaccionar y no lograron ponerse por delante hasta bien entrada la segunda parte. Era sólo el primer partido oficial de la temporada, pero pareciera que el equipo llevaba jugando junto bastante más tiempo. Ya hay mucho camino recorrido en ese aspecto


La preparación física, rozando el sobresaliente

El juego propuesto por Rivas Ecópolis en la Supercopa requiere suplir con un gran esfuerzo físico la falta de fuerza natural. Requiere alargar durante varios minutos una capacidad de sacrificio que ahogue al rival. Las jugadoras ripenses dejaron claro que han estado trabajando de lo lindo durante toda la pretemporada, además del trabajo previo que ya habían realizado. La preparación encaminada a llegar en un gran momento a este partido se demostró acertada. No sólo salieron enchufadas, sino que aún tenían gasolina para responder a los intentos de romper el partido por parte de las locales en la segunda parte, y eso que las salmantinas tenían a más de 3.000 gargantas detrás empujando en su pista. Y ojo, porque llegar a este punto tiene aún mayor mérito si tenemos en cuenta que de las nueve jugadoras sénior de Rivas Ecópolis, Vega Gimeno llevaba desde diciembre sin competir en un partido oficial, Frida Eldebrink lo hizo sólo durante dos semanas en el Eurobasket con Suecia, y Kelly Schumacher jugó su primer partido desde 2010.


Con fuerza y valentía se lucha mejor

Al final del partido, Perfumerías Avenida sumó una mayor cantidad de rebotes. Pero les costó llegar a esa cifra, Rivas Ecópolis cimentó sus primeras ventajas gracias a una gran capacidad por pelear los rebotes, permitiendo tener un mayor número de segundas oportunidades. Las ripenses lanzaron 14 tiros de campo más que las salmantinas. En este sentido fue vital la lucha de una poderosa Laura Nicholls bajo los tableros, agarrando balones o soltando la mano para que otras compañeras los recogieran. La cántabra está con fuerza y al máximo de sus posibilidades se convierte en una jugadora vital. Su confianza le permite, además, animarse a mirar al aro con asiduidad, situación desde la que puede sacar mucho partido dada su buena mano a lanzar desde cuatro o cinco metros a canasta.


La primera de muchas oportunidades

Era su primer encuentro oficial desde diciembre, y ya se ganó la confianza del entrenador para estar sobre la pista en los últimos instantes de un partido ajustadísimo. La buena mano de Vega Gimeno es una de las alternativas más válidas para un final así, y demostró confianza desde el principio. No había tenido ocasión de lanzar un triple en todo el partido y, sin embargo, cuando a falta de seis segundos le llegó el balón a la esquina, no se lo pensó. Lo heroico, lo extra-ordinario, hubiera sido que, con todos estos condicionantes, encima el balón besase la red. Dos golpes en el aro lo impidieron. Pero eso es sólo una anécdota en el análisis, lo importante de verdad es que, en su primera oportunidad, Vega Gimeno ya ha sido capaz de atreverse a lanzar su primer triple en todo 2013 sin sentir vértigo alguno. Lo importante es que el mundo ya sabe que cuando llegue otro momento caliente, las compañeras saben que si hay que doblarle un balón a Vega, la única que tendrá miedo será su defensora.