De un tiempo a esta parte, y merced a un pasado más o menos lejano en el club, muchos os identifican rápidamente a ambas con CREF ¡HOLA! ¿A qué creéis que se debe realmente?
Esther: Mmm... No sé, puede ser porque quizá es donde empezamos, al menos yo, a disputar más minutos en categoría sénior. Allí disfrutamos de una fase de ascenso a LF2 con un equipo nuevo, y no contentas con ello, ascendimos. Los años de LF2 también fueron bastante buenos a nivel de resultados a pesar de ser jóvenes y no conocer apenas la liga.
María: Mi pasado con CREF no es muy lejano que digamos. ¡Jeje! La última temporada formé parte del 1ª Nacional, aunque fui de las últimas en llegar. Volví de Tenerife el 1 de Octubre (precisamente ayer se cumplió un año) y recuerdo que ese mismo día me incorporé al equipo. Todo el "proceso de adaptación" fue a marchas forzadas, pero gracias a todas mis compañeras y a conocer la forma de entrenar que tiene Antonio, fue todo muchísimo más fácil. Fue una temporada muy larga, pero creo que el equipo fue creciendo desde el primer entrenamiento. Nunca nos pusimos límites, y tuvimos siempre ambición por mejorar. Como comentaba nuestra "capi" Pilar Pardo en una entrevista anterior, fue difícil crear un equipo con todas las jugadoras nuevas y bastante jóvenes, pero fue ahí donde entró en juego nuestra labor para darle ese punto de picardía y veteranía al equipo.
Quizás por eso os veamos ahora tan implicadas en el club. A ti Esther dirigiendo la preparación física de los equipos Cadete y Junior, y a ti María como hilo directo entre los equipos de 1ª Nacional y Liga Femenina 2 (además de ser nuestra jugadora más activa para con nuestras redes sociales). ¿Os identificáis vosotras también con el actual proyecto?
Esther: Siempre que empiezas una nueva temporada, ¡la afrontas con mucha ilusión! Conocemos el club, nos conocemos entre todas, los entrenadores de cantera, cómo se trabaja, etc. Así que estoy muy contenta de estar aquí y compartir con tod@s un año más.
María: La filosofía que se mantiene en CREF ¡HOLA! me gusta. Es un club que se preocupa por la formación de las jugadoras de la cantera, pues saben que ese trabajo es el que dará calidad a los primeros equipos dentro de unos años. Sabemos que las posibilidades económicas no son muy altas, por eso creo que debe valorarse el esfuerzo de sacar dos equipos femeninos de categoría sénior que además pueden competir a un nivel muy alto.
A pesar de haber desarrollado gran parte de vuestra carrera deportiva en Madrid, tuvisteis que marcharos a Tenerife para compartir equipo. ¿Cómo fueron aquellas dos temporadas? ¿Cuánto podéis aprovecharos esta temporada a nivel individual de semejante experiencia?
Esther: Fueron dos años, dos temporadas llenas de experiencias. Tengo un muy buen recuerdo de todo aquello. Tenerife es un sitio al que le tengo mucho cariño, la gente con la coincidimos, con muchos de los cuales aún tengo contacto, nos ayudaron mucho.
María: Fueron dos años, en eso creo que estamos de acuerdo las dos, en los que vivimos cosas muy buenas y otras que no lo fueron tanto. Pero todo eso nos hizo estar más unidas, por lo que tanto ella, como Antonio y Eva Lorenzo se convirtieron en "mi familia".
Esther: ¡La "familia"! Spinas (como llama cariñosamente Esther a María) formaba parte de esa familia. Hacíamos vida conjunta, íbamos a ver muchos sitios juntas, turismo, comidas, cenas, playa... ¡incluso el día de Reyes! Todo. Sin estar nuestras familias, teníamos una.
María: Fue una gran experiencia para mi, tanto en lo personal, porque estás lejos de casa y no tienes el apoyo cercano de la familia, como en lo deportivo, ya que fue en Tenerife cuando empecé a jugar más minutos y a tener un rol mucho más importante en el equipo. Tenerles a todos juntos este año otra vez solo puede traer cosas positivas al equipo.
Esther: Compartir una temporada más con ella me agrada infinito. Tengo mucha confianza con ella, hemos pasado momentos muy buenos y momentos menos buenos juntas y eso hace que me sienta a gusto con ella dentro y fuera. Le tengo un cariño especial.
Con quien también habéis coincidido temporadas atrás es con Antonio Pernas, cuya confianza en ambas es evidente. ¿Facilita las cosas haber entrenado anteriormente con él? ¿O su exigencia crece para con vosotras precisamente por eso?
María: Con Antonio siempre es una de cal y otra de arena, es un entrenador realmente exigente. Este es mi sexto año con él, por lo que tengo muy claro lo que quiere trabajar, y cómo quiere hacerlo. Eso sí, junto a Esther me encuentro con la responsabilidad de ayudar a transmitir esas ideas al equipo cuando aparecen las dudas.
Esther: Haber entrenado antes con él provoca que la exigencia sea siempre mayor, ya que no nos permite relajarnos demasiado. Pero por otro lado, sabemos cómo quiere que se hagan las cosas, y nos resulta más fácil adaptarnos que si ésta fuera nuestra primera vez.
María: Es muy exigente, pero lo es con todas. Eso sí, es verdad que nosotras tenemos más papeletas que el resto para llevarnos alguna que otra bronca, pues el margen para cometer errores es mucho menor, lo cual no me disgusta en absoluto, me hace mejorar cada día.
¿Podemos concluir entonces, atendiendo a este puñado de particularidades, que a pesar de vuestra corta edad sois esta temporada las veteranas del equipo? ¿Os convierte todo eso, de la mano de vuestro indudable talento, en las líderes dentro y fuera de la cancha?
María: Fuera de la cancha es Esther quien se preocupa por todas nosotras para que estemos cómodas, unir el grupo y darle energía al equipo. Ahora bien, ¡no me considero veterana! Eso me hace sentirme más mayor. Ese rol se lo dejo a Lau (Jornet) y a ella. ¡Jaja!
Esther: ¡Jeje! Por edad desde luego que sí, junto con Lau (Jornet), soy la más vieja.. Aunque a ti yo también la considero veterana, porque en estos últimos años has conseguido conocer muy bien las ideas que Antonio nos ha marcado. ¿Sí o no?
María: Es cierto, pero yo a eso no lo llamaría ser veteranas, tampoco líderes, sino ser un poco referentes dentro del equipo. En la cancha somos el nexo de unión entre Antonio y el resto de jugadoras: con una simple mirada ya sabemos lo que quiere que hagamos.
Este "Mano a mano" lo vais a jugar por separado. ¿Qué destacaríais la una de la otra?
Esther: De María destacaría muchas cosas. Ha ido a más desde que la conozco, y ya son muchos años. Se sacrifica por el equipo, le gusta mucho entrenar, muy duro, y sobre todo le gusta mejorar. Es muy competitiva, cuando saca el genio es cuando mejor juega. ¡Jajaja! Y como compañera es divertida, ¡siempre que hace el bobo consigue alegrarte el día!
María: Esther es una jugadora que cada día entrena como si se jugara la vida. Pone a cada entrenamiento mucha intensidad, dureza y una picardía que irremediablemente contagia al resto. Pone al equipo a un nivel de concentración y competitividad que hace que a la hora del partido, cada fin de semana, todo te resulte más fácil... tanto, que a veces parecen un entrenamiento más. Desde que la conozco ha mejorado muchísimo técnicamente, está muy pulida por Antonio. ¡Es una jugadora que te puede hacer puntos desde cualquier posición!
Nuestro primer equipo esta temporada es nuevo. Tanto, que excepto por la inestimable colaboración de las jugadoras del 1ª Nacional, prácticamente toda la plantilla es nueva. ¿Van de la mano la ambiciosa propuesta del club y vuestros objetivos? Se respira ilusión, compromiso e incluso responsabilidad en cada entrenamiento. ¿Vosotras lo sentís así?
Esther: Creo que tanto las que jugadoras de LF2, como las del 1ª Nacional sabemos por qué estamos aquí. Somos dos equipos a los que nos gusta entrenar duro, trabajar para mejorar, pero a los que sobre todo nos gusta competir. Vamos a luchar por competir todo lo que podamos, y llegaremos donde tengamos que llegar, eso sí, sin ponernos límite alguno.
María: Siempre que se crea un equipo con muchas caras nuevas es complicado entenderse desde el principio. A nuestro favor, tenemos una interminable pretemporada. Dos meses en los que estamos entrenando como un rodillo, creciendo más y más cada día. Se respira mucha ilusión, pero responsabilidad ninguna. Somos un equipo nuevo este año en LF2, todo lo que consigamos será positivo. En la mente de cada una el objetivo es llegar a la Fase de Ascenso, pero teniendo claro que el camino para conseguirlo es el trabajo, y la humildad.
¿Existe dentro del grupo la complicidad necesaria para que todo eso funcione? El grupo es totalmente nuevo, a muchos nos ha sorprendido el idioma en el que inevitablemente se desarrollan los entrenamientos, la pretemporada a menudo parece interminable...
María: El idioma nos viene bien a todas para practicar un poco, a Antonio le entendemos perfectamente, pues habla una especie de "spaninglish" ¡Jaja! Tengo la suerte de que con más de la mitad del equipo tengo una relación de amistad fuera de la cancha, cosa que aunque sea un equipo nuevo, la confianza y el entendimiento están a la orden del día.
Esther: El tema del inglés nos viene muy bien a todas. ¡Jajaja! Paula (Domínguez) nos lleva un poco de ventaja al resto, pero en un par de meses la cogemos. No me preocupa que sea un equipo nuevo, lo he vivido más veces y creo que lo importante es que haya buen ambiente entre todas. De eso, como de trabajar lo que tenemos que trabajar, estoy segura.
María: Una pretemporada como ésta, eterna, tiene sus ventajas e inconvenientes. Por un lado podemos trabajar toda la carga física poco a poco sin tener que llegar a forzar ninguna lesión, y por otro, son muchas horas de trabajo y mucho esfuerzo. A veces bromeamos entre nosotras pensando por qué nos hemos apuntado a jugar a esto... ¡Jeje! Si no fuera por esos ratitos con todas ellas seguro que todo se haría mucho más pesado.
Esther: Me gusta mucho el equipo. Todas tenemos ganas, mucha predisposición para entrenar, y para entendernos; me gusta cómo estamos trabajando. Se hace duro, son muchas horas, las piernas pesan, la mente se agota... pero a pesar de todo, somos conscientes de que este trabajo previo al inicio de temporada es fundamental para mejorar.
@AceroPereda