En la vida y en el deporte, los reveses son algo habitual (salvo raras excepciones, claro). El problema no es perder por más o menos puntos, sino hacerlo con dignidad. Ayer, pese a la derrota, muchas jugadoras del Acis Incosa pudieron marcharse del Palacio de Deportes con la cabeza bien alta. Las de siempre (Mar Rovira, Tracy Reid, Isa Sánchez, Irene, Luci Pascua... en realidad, casi todas) fueron el vivo ejemplo del 'querer y no poder'. Lo intentaron todo y no les salió, simplemente eso. 'Chapeau' pese a la derrota. Sobresaliente en actitud, vamos. El problema viene cuando alguna jugadora salta a la pista siempre con el freno de mano echado. La 'reina' en esto siempre es la misma, Andrea Gardner. Lo de la pívot norteamericana es de risa. Ni anota, ni defiende, ni corre... ni nada. Lo malo no es que no aporte nada, sino que resta. Y resta porque pasa de correr, porque pasa de jugar, en definitiva, porque pasa de sudar. Calidad tiene de sobra, sin duda, pero su 'sacrificio cero' la convierte en un lastre para el club. Ayer, aunque no fue la única 'pasota' en el Acis Incosa, fue de nuevo la MVP en este aspecto de dudoso prestigio. Corre menos que los galácticos del Real Madrid y parece que más que sangre tiene horchata en las venas. No es algo nuevo porque la indolencia de Andrea Gardner se viene viendo durante toda la temporada, lo que ocurre es que con las victorias se tapa todo. Lo suyo es insultante para el club, para el socio, para el público que paga su entrada e, incluso, para sus propias compañeras. Su falta de respeto no se entiende salvo que vaya dirigida a pedir a gritos su despido. Tras el encuentro, por ejemplo, la capitana Mar Rovira era como una estatua de sal en el parqué del Palacio. No se movía, se mesaba los cabellos y su mirada parecía ir encaminada al infinito. Le dolió la derrota y mucho. Isa Sánchez, Tracy Reid, Luci Pascua, Irene Salgado... cayeron desplomadas sobre el parqué como si un rayo les hubiera fulminado. Su actitud contrasta, sin duda, con la de la norteamericana que, encima, se lía a mamporros con el mobiliario del Palacio como si éste tuviera la culpa de su indolencia sobre el parqué. Que tome buen ejemplo de jugadoras como Andrea Ortega, Nuria Ramiro o Mabel que aunque no juegan siempre están ahí, para lo que las necesite Estrada. Con todo esto, no es extraño que el Hondarribia sacara petróleo del Palacio, incluso jugando a medio gas. Una pena, pero tampoco hacía falta mucho más. En las filas leonesas faltó acierto en unos casos y en otros actitud. Lástima esta derrota porque el Hondarribia tampoco es que fuera, que se diga, nada del otro mundo, por lo menos no tiene más calidad que el plantel de Estrada. Pero corre y mucho. Miguel Angel Estrada, en el túnel de vestuarios, era el ejemplo máximo de la desolación. Eso sí, el leonés, siempre diplomático, aseguraba que «lo hemos intentado pero no hemos podido. Hoy no nos ha salido nada». No se lo cree ni él que, por cierto, no cobra ni un duro. Justo lo contrario que Gardner, que cobra y mucho para aportar más bien poco la-cronica.net |