El patrocinador que, según los responsables del servicio de deportes de la Universidad, no tiene previsto darse a conocer sufragará los 30.000 euros que aproximadamente cuesta que este equipo salga a competir. Pero en esas cuentas no entra ninguna compensación para las jugadoras. No se les pagará la matrícula de la Universidad ni se les dará una asignación anual, como los 2.700 euros que nueve de las once jugadoras percibieron la temporada pasada.
Tan solo se les ofrece a las jugadoras de fuera de Oviedo una plaza en la residencia que la Universidad tiene en la zona deportiva. El servicio de deportes, salvado el primer envite, tratará, ya con más calma, de buscar algún otro colaborador que permita ofrecer una ayuda de estudios a las jugadoras del equipo ovetense.
Las jugadoras, por su parte, están aún indecisas. Las que seguro que no van a seguir son Paula Bergel, que se ha retirado, y Bárbara Matemalas, que ha fichado por otro equipo. En principio, y en estas condiciones, tampoco Lara Fernández tiene intención de continuar la próxima temporada.
El resto de la plantilla duda, sobre todo las que son de fuera. Muchas están a la espera de que se encuentre alguna otra ayuda que les permita cuadrar las cuentas para poder continuar jugando.
Antonio LORCA
lne.es