Víctor Lapeña, el técnico del Filter, da un ultimátum al director deportivo del club

Hace tres meses que terminó la Liga Femenina y desgraciadamente las jugadoras y cuerpo técnico del Mann Filter siguen sin cobrar cinco mensualidades. Antonio Manero, el director deportivo, sigue dilatando los plazos de un club moribundo. El equipo se ha inscrito en la Federación Española de cara a la próxima temporada, pero no ha presentado el aval correspondiente de 70.000 euros. Además, la DGA le ha retirado 159.000 euros de subvención.

Víctor Lapeña, el entrenador del equipo amarillo, ve desde lejos como se suceden los acontecimientos. Se encuentra dirigiendo como primer técnico la concentración que se celebra en Lanzarote de cara al Mundial femenino U-17 que se celebra desde el 17 de agosto en Amsterdam. En el equipo hay tres aragonesas: Pilar Valero, que trabaja como entrenadora y las jugadoras Pilar Navarro y Carolina Esparcia.

Lapeña está sufriendo un calvario psicológico tremendo. Pero lo combate con una actividad frenética. "Trabajo con la selección absoluta, con la U-17 y pienso en que Antonio Manero me debe un montón de dinero. Todo lo aguanto y lo soporto y me hace pensar que tengo una cabeza privilegiada". El técnico zaragozano ha aprendido una gran lección de sus tres años dirigiendo al Mann Filter. "Me juro a mí mismo que no me va a volver a pasar. Aunque tenga que cobrar la mitad, preferiré proyectos serios y que me paguen. Lo que me ha hecho Manero es una judiada porque sabe que tengo una familia que mantener", explica.

Lapeña ve con resignación como se hunden proyectos de ciudades tan importantes como Vigo, Soller o Zaragoza. "Ahora la cuestión es de supervivencia. Antonio Manero me debe más de 20.000 euros y hablo con nombre y apellidos. Confío en él y que algún día me pague. Yo no firmé el año pasado por Mann Filter, ni con el Club Deportivo Zaragoza. Manero me debe dos tercios del contrato", explica.

Lapeña ha recibido una tentadora oferta de un buen club de la Liga Femenina. Pero el aragonés está pendiente de la llamada de Manero comunicándole buenas noticias. "Me llamó el martes y me dijo que iba todo muy bien, que iba a entrar el dinero y me garantizaba mi futuro. Pero cuando me dé el ultimatum el club, no tendré otro remedio que decidirme. Les he pedido un plazo y me lo han dado. Pero llegará una fecha que no tendré margen. Me quedan dos años de contrato con Manero. Confio en él y espero que me pague. Quiero cobrar y quedarme en Zaragoza", explica.


R. MARTÍ
elperiodicodearagon.com