Las renuncias a competir en la próxima temporada de Vigo y Sóller que se
confirmaron ayer han hecho saltar todas las alarmas sobre el futuro de
la Liga Femenina que se presenta muy negro de cara a la próxima
temporada. Vigo y Sóller se suman así al Ros Casares, cuya desaparición
se anunció hace ya varias semanas, y dejan la máxima competición
femenina tambaleándose y con la posibilidad de que todavía se produzca
alguna baja más ante la delicada situación económica por la que
atraviesan otros clubes.
Lo que era una noticia cantada se confirmó ayer mismo cuando el
presidente del Celta confirmaba en la prensa de Vigo que uno de los
clásicos de la categoría como es el Bosco Celta no saldrá en la máxima
categoría, y se pensará mucho hacerlo incluso en LF2. La explicación
oficial pasa por el retraso en la percepción de las subvenciones de las
que vivía en gran parte el club celeste, y que han provocado el retraso
en el pago de las nóminas de la plantilla. La situación es pues
desesperada, como ya lo había sido el pasado verano, y el presidente
Paco Araujo no ha hecho más que confirmar lo que era un secreto a voces.
Y
sin tiempo para digerir la noticia, a media mañana de ayer, el CB
Joventut Mariana hacía público un comunicado en el que también anunciaba
su renuncia a jugar en la Liga Femenina, también con la sombra de las
instituciones públicas detrás: «La actuación de los gestores políticos
responsables del deporte en el Govern Balear y de la Fundació Illesport,
desde el mes de mayo de 2011 hasta hoy, nos han conducido a una
situación de bloqueo que no nos permite hacer frente a los requisitos
económicos establecidos por la Federación Española de Baloncesto,
independientemente de la obtención o no de los apoyos económicos
suficientes para cubrir un presupuesto mínimo para tomar parte en la
competición que deportivamente nos merecemos, y que nos obliga a poner
el punto y final a diez temporadas consecutivas en la elite del
baloncesto femenino español, seis en Liga Femenina 2 y cuatro en Liga
Femenina, representando a nuestro pueblo, Sóller, nuestra isla,
Mallorca, y la nuestra comunidad, Illes Balears», dice el escrito
difundido ayer.
El club mallorquín denuncia que el
Gobierno Balear anuló el convenio firmado para la temporada que ahora
finaliza «en el mes de noviembre de 2011, con la competición ya
iniciada, con contratos en vigor y con numerosos compromisos adquiridos
por parte de nuestro club».
También se denuncia el
incumplimiento de la fecha de pago de la subvención que había concedido
la Fundació Illesport, «haciendo que la entidad bancaria a la que
acudimos con la correspondiente toma de razón para poder disponer de
ella empezara a aplicarnos unos intereses cercanos al 25%».
Y
el anuncio de las nuevas cantidades concedidas por la Fundació
Illesport a los clubes para la temporada 2011-2012 en el mes de enero de
2012, prácticamente cuando la temporada se encontraba en su ecuador,
firmando el convenio semanas después de que el equipo finalizase la
competición».
Por el momento, la plaza que deja el Ros
Casares parece que será ocupada por el UPV de San Sebastián y ahora, en
el orden establecido por la Federación Española, tendrían derecho a
jugar en Liga Femenina, Obenasa, en primer lugar, como el primer
descendido (Ibiza ha renunciado); y Cáceres como finalista en la fase de
ascenso. En caso de que Obenasa o Cáceres no lograsen salir en la
máxima categoría, parece ser que el Real Canoe tomase la iniciativa.
En
este ambiente de incumplimientos por parte de los organismos públicos
se están desarrollando los últimos acontecimientos en la Liga Femenina,
una competición que se ve también condicionada por la constante e
imparable fuga de talentos a otros países.
Ayer mismo se
hacía público que el entrenador Roberto Iñiguez, que la pasada temporada
dirigió al Ros Casares valenciano, recalará en el conjunto turco del
Fenerbahce. Roberto Iñiguez llegó en la pasada temporada al equipo de
la Comunidad Valenciana y logró proclamarse campeón de la Euroliga
femenina frente al Rivas Ecópolis, y campeón de Liga Femenina al
imponerse al Perfumerías Avenida.
Esta situación de
grave crisis en la que está sumido el baloncesto femenino español
repercutirá también en las competiciones europeas y si España contaba
con cuatro equipos en la pasada temporada, en la próxima tan sólo habrá
dos, seguramente: Perfumerías Avenida y Rivas Ecópolis. Girona ha
renunciado a competir en la Euroliga pese a que tendría derecho.
El
mercado nacional continúa parado y son escasos los equipos que han
comenzado a conformar su plantilla a excepción de los dos «grandes».
Precisamente ayer, el Rivas anunciaba el fichaje de Aneika Henry,
completando de esta forma su nómina de extracomunitarias.
Aneika
Henry es una pívot de 1,92 metros, con nacionalidad jamaicana, que
llega procedente del Lotos Gdynia aunque actualmente juega en las
Atlanta Dream de la WNBA. La jamaicana tiene experiencia en la Liga
Femenina, ya que las dos anteriores temporadas las pasó en el Mann
Filter Zaragoza y el Gran Canaria
Manuel López-Sueiras laopiniondezamora.es
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