Terrible cuenta atrás para la directiva del Celta femenino, que va descontando los días que faltan para que la Federación Española ejecute el aval. La fecha límite es el 30 de junio. Al club no le consta que ninguna jugadora haya denunciado los sueldos impagados. Pero la propia Federación está entre sus acreedores.

La ejecución del aval, con las dificultades que supone hoy en día obtener uno nuevo, será la sentencia de muerte del proyecto de Liga Femenina. El presidente celeste, Paco Araújo, no contempla a día de hoy más posibilidad que competir en Liga Femenina 2. E incluso esta hipótesis resulta difícil.

El Celta, como otros clubes de elite de la ciudad, pagan el retraso en el desembolso de las subvenciones públicas. Crece entre los dirigentes el malestar con las instituciones. En lo concreto, no entienden que la concejalía de Deportes retenga un dinero que consideran que posee. "El lobo está llegando", advierten.

En tales circunstancias, ante el riesgo de nuevos retrasos la próxima temporada, el Celta no se atreve a embarcarse en una nueva aventura en Liga Femenina pese a la permanencia cosechada sobre la cancha. El entrenador, Carlos Colinas, está al tanto de la situación. Araújo lo mantiene informado.

La Liga Femenina 2 presenta como ventaja el abaratamiento en los costes. Aunque las cuentas están en el aire, el presupuesto podría reducirse a la mitad (de 300.000 a 150.000 euros). Pero ni existen plazas garantizadas en el torneo ni facilidad para cubrir ese montante.

Si al final el Celta saliese a competir en la segunda categoría del baloncesto femenino nacional, el proyecto pasaría por la continuidad en la plantilla de las canteranas y gallegas. En realidad, la mayoría de las jugadoras ha comunicado al club su deseo de quedarse. Pero Araújo les ha dado total libertad para aceptar cualquier propuesta que les llegue en estos días.

Raúl Rodríguez
farodevigo.es