Con es habitual en este tipo de celebraciones, las jugadoras, directivos y cuerpo técnico del equipo posaron junto al alcalde en las escaleras del Ayuntamiento para después saludar a sus seguidores desde el balcón y, después, recibir la felicitación oficial del primer edil. Fue el turno entonces de los discursos más serios en los que agradecer a todos los que componen la gran familia de Avenida su apoyo desde hace años para llegar a este momento en el que el equipo charro es el campeón "de todo durante 20 días" como apuntó el presidente Jorge Recio, ya que en unos días se disputa la Final Eight de la que saldrá el sucesor del conjunto salmantino en la Euroliga.
El propio Recio recordó, muy emocionado, cómo su familia siempre estuvo -incluso antes de que él naciera- muy unida al deporte de esta ciudad. Son ya once los años en los que la familia Recio camina de la mano del baloncesto femenino en los que ha invertido más de seis millones de euros y muchas preocupaciones y logrado muchas alegrías.
Fernández Mañueco, de hecho, fue más allá de la mera felicitación a las jugadoras para pedir a todo el equipo y directiva que se queden, que sigan luchando por Salamanca y representando a esta ciudad por toda España y Europa.
Bromeó, además, el alcalde suspirando 'aliviado' al haberse quitado el peso de encima de pensar que podía ser 'gafe', ya que bajo su mandato el equipo también gana títulos.
En cuanto a los representantes del equipo, el entrenador Lucas Mondelo y la capitana Isa Sánchez agradecieron a todo el entorno del club su apoyo, incluídos los medios de comunicación "
que se emocionan con nosotras", como reconoció la alero sevillana.
Desde el balcón del Ayuntamiento, todas las jugadoras tuvieron su 'minuto de gloria' para dedicar unas palabras al público, aunque las extranjeras fueron más escuetas.
Los seguidores salmantinos, eso sí, mostraron sus preferencias sobre la continuidad de la plantilla al cantar "
Lucas quédate" y "
Erika quédate".
El detalle más sorprendente llegó, cómo no, de manos de la capitana que, cuando todos pensaban que iba a sacar la 'chuleta' de su discurso, desplegó un papel con letras azules en el que ponía: "
Os quiero".