 Hace tiempo que los milagros en deporte dejaron de serlo, ya que ahora están en crisis y solo se sabe de ellos por referencias pasadas. El Palacio de Congresos, que apelaba a una aparición divina para intentar seguir con vida en la máxima competición del baloncesto femenino nacional, se topó con la cruda realidad. El equipo de Santa Eulària cayó ante el Gran Canaria y su descenso a Liga Femenina 2 es prácticamente un hecho. Ayer no se produjo porque su máximo rival por no bajar, Obenasa Navarra, cayó en la pista del Cadí La Seu y las matemáticas dicen que tocavía hay vida, mientras que el sentido común refleja que todo está visto para la sentencia
El partido fue el fiel reflejo de la temporada del PDV: ilusión en los compases iniciales, impotencia en el desarrollo y resignación en el epílogo.
Sorprendió el conformismo con el que el escaso público que se dio cita en el Municipal de Santa Eulària despidió a su equipo como si nada hubiera pasado.
El bloque de Miguel Ángel Ortega saltó a la pista motivado y con ganas de hacer bien las cosas y de mantener encendida la llama de la permanencia. Las locales jugaron un básquet práctico, con velocidad y acertado, sobre todo en el último minuto del primer acto en el que tres triples consecutivos (de Rosa Pérez, De Kleijn y Silvia Morales) dieron la máxima renta a las ibicencas (23-14).
Hasta el minuto 12 parecía que el Puig d'en Valls podría ganar el choque, pero nada más lejos de la realidad. Un demoledor parcial del conjunto canario de 6-21 noqueó a las santaeulalienses (del 25-14 se pasó al 31-35, m.19). Al descanso se llegó con 33-37 y 12 pérdidas de balón en el debe del cuadro pitiuso.
La escuadra de Las Palmas apagó la llama del Palacio en el tercer cuarto. Apretó en defensa, lo que provocó que las baleares perdieran más balones y sus ataques acabaran con canastas fáciles. El equipo que dirige Mingo Díaz jugó con la ansiedad de la formación de la Villa del Río, que se desquició al ver que todo le salía mal debido a su propia frustración.
Ortega colocó una zona 2-3 para tratar de cambiar la dinámica del partido, pero su decisión se vino abajo por el acierto del juego exterior visitante, sobre todo de Patricia Argüello, que ajustició a las locales desde el 6,75. Sin apenas despeinarse el CB Islas Canarias se marchó por 20 puntos (38-58, m.37).
El Puig d'en Valls se rindió, a pesar de que estuvo algo más acertado que en el periodo anterior, pero las piernas y la cabeza ya no se movían al mismo compás. Con todo decidido en el marcador, Ortega dio entrada a Verónica Ávila y a Tamara Pérez, Habrá tiempo para analizar lo sucedido durante una temporada tormentosa, pero sí que hay que dejar claro que las jugadoras han dado ejemplo de profesionalidad durante todo el ejercicio, ya que sabiendo sus limitaciones, han estado compitiendo lo que han podido y sabido, si bien eso no ha bastado para conseguir la permanencia en una de las Ligas más potentes de Europa.
Ahora se presenta un panorama desalentador, en el que la economía, antónima de los milagros, cobrará un papel protagonista.
Tres equipos luchan por la permanencia La lucha por la permanencia en la Liga Femenina tiene tres nombres propios: Obenasa, Hondarribia y Celta. Estos tres conjuntos intentarán eludir la última plaza que queda para el descenso, puesto que una tiene el nombre del Palacio de Congresos. El ‘basketaverage' particular entre los tres podría ser determinante.
Ortega: «Esto es una carrera de Fórmula 1 en la que necesitas un mínimo» Miguel Ángel Ortega, técnico del Palacio, tuvo sensaciones encontradas por el descenso casi virtual de su equipo.
«Tengo una sensación entre tristeza y satisfacción por haberlo intentado. Es una pena, pero esto es una carrera de Fórmula 1 en la que necesitas un mínimo para hacer un coche en condiciones», dijo.
El entrenador del PDV declaró que para él y para su plantel ha sido un año «muy complicado». «Tal y como se ha desarrollado la temporada podríamos haber bajado hace tiempo. No ha habido buen juego ni buena defensa ni buen ataque, pero ha habido dignidad. Hemos hecho el baloncesto que hemos podido hacer. Solo puedo estar agradecido a las chicas porque han tenido una actitud respetuosa hacia el entrenador y hacia el club. Han dado la cara», manifestó.
Del encuentro de ayer explicó que las suyas salieron con «mucha energía» pero que Gran Canaria es un bloque «muy físico» para sus jugadoras. «Entre la fatiga y las faltas nos hemos debilitado», afirmó Ortega, quien pidió a los medios hacer un análisis de la temporada cuando esta acabe porque ayer no era «el momento».
Gustavo L. Sirvent diariodeibiza.es |