No fue el de ayer un día más para Arminda Moreno (Las Palmas, 1978). Justamente un año atrás su vida cambiaba de forma drástica. De regreso de tierras gallegas, a la altura de Almázcara, un vehículo se empotraba brutalmente contra el autobús que traía de regreso a las jugadoras del hoy Acis Incosa tras su enfrentamiento con el Yaya María Arminda, situada en el primer asiento del autobús «Para evitar el vértigo», recuerda apenas tuvo tiempo para reaccionar. «Fue un segundo. Un instante. Pensé: 'Nos va a dar'. Y no pude hacer nada más. No me pude ni mover. Todo ocurrió en décimas de segundo», señalaba entonces. Las consecuencias de aquel accidente aún hoy son patentes. Ha pasado un año y la alero sigue en rehabilitación. Entonces se sometió a dos operaciones quirúrgicas para corregir sendas fracturas de fémur y peroné en ambas piernas. Fueron días muy duros. Incluso se temió que ese accidente pusiera el punto y final en su carrera deportiva. Sin embargo, en el Acis Incosa siempre se ha resaltado el carácter luchador de Arminda. «Arminda quedó atrapada dentro del autobús y vivimos momentos de mucha tensión. Pero ella es una ganadora, lo ha demostrado en la cancha y ahora lo va a volver a demostrar», advertía entonces su entrenador, Miguel Angel Estrada. Y ese carácter ganador se ha podido ver a lo largo de los últimos meses. Arminda regresó muy pronto al lado de sus compañeras. Primero con muletas, y después como una aficionada más. El club, además, demostró un comportamiento señorial y su presidente, Agustín Montoya, renovó su contrato de forma automática: «Se lo merece. Ahora sólo tiene que preocuparse de hacer una buena rehabilitación». Arminda Moreno fue operada en la Clínica Asepeyo de Madrid, una intervención que costeó el propio club inicialmente, en un nuevo gesto de su 'política de trabajo'. Y la progresión ha sido admirable. Hoy la jugadora afronta la fase final de su recuperación, aunque prefiere no marcarse plazos: «La rehabilitación marcha muy bien, de forma excelente diría yo, pero en el tipo de lesión que he sufrido yo no hay un protocolo establecido, no hay unos plazos. Esto no es como una lesión de ligamentos. Es algo muy diferente y los plazos aquí los marca la propia persona con su evolución», afirmaba ayer mismo. Optimista, risueña, Arminda Moreno espera jugar con el Acis Incosa esta misma temporada. No le importa el momento, sólo le importa volver a jugar: «Me da igual, aunque sea el último partido. Pero eso no depende de mí. Las cosas marchan muy bien en mi recuperación, aunque marcarse un plazo puede ser contraproducente». Ni dramatizó hace un año con su situación, ni lo hace ahora. Ese no es su carácter: «No... asumo mi situación con normalidad, y ya está. Las cosas son así, y así hay que aceptarlas». Y mientras tanto, hasta que llegue el día, anima a sus compañeras del Acis Incosa: «Cada uno suma como puede. En un equipo todos pueden aportar cosas, tanto cuando se está jugando como cuando se está lesionado. Yo aporto lo que puedo, intento animar siempre y sobre todo ayudo en las traducciones con las jugadoras que han venido nuevas. ¿El equipo? Yo le veo fenomenal. Está muy bien. Este año tenemos un equipazo, de verdad. La prueba es que somos líderes y la única lástima es que hemos perdido dos partidos en la Fiba Cup que podíamos haber ganado. Pero tenemos que estar contentas, las cosas nos están saliendo muy bien». Más que nunca la temporada del Acis Incosa promete. La guinda podría llegar en la recta final, cuando además Arminda vuelva a vestirse de corto. J. Calvo la-cronica.net |