El Palacio de Congresos regresa de vacío de su visita a Zaragoza. Se cumplió el pronóstico y Mann Filter se impuso con claridad (71-54) a las de Miguel Ángel Ortega en un partido sin historia que se rompió en el primer cuarto (13-4), merced al gran trabajo de las locales en la faceta defensiva.

El cuadro aragonés cerró la pintura a las ibicencas y el PDV no tuvo su día en el lanzamiento exterior, por lo que el naufragio isleño fue inevitable. A pesar de todo, las santaeulalienses nunca le perdieron la cara al partido y lucharon hasta el final.

El primer cuarto ya marcó el devenir del partido. Fue parco en anotación; tiros fáciles fallados, pases a la nada, balones al vacío y muchas imprecisiones en la circulación del esférico. A las de Ortega les costó más de seis minutos anotar su primera canasta. Los cuatro puntos del primer cuarto corrieron a cargo de Charity Egenti, una vez más la más inspirada. Mann Filter se hizo fuerte en el rebote y gracias a eso pudo lanzar a canasta más que su rival, por lo que consiguió abrir brecha en el marcador desde muy pronto.

En el segundo cuarto ofreció su mejor versión el PDV, que estuvo más aplicado. Las distancias en el electrónico se fueron reduciendo poco a poco. Un parcial de 0-8 con seis puntos consecutivos de Aina Denti obligó al técnico local, Víctor Lapeña, a pedir tiempo muerto (18-12). Barnert, con un triple, enjugó la diferencia a cinco puntos (20-15).

Lapeña devolvió entonces a Queralt Casas a pista. Su equipo la necesitaba y con ella hicieron camino en el marcador (24-15). De ahí hasta el tiempo de asueto el choque se tornó en un intercambio de canastas que no favoreció a las pitiusas.

En el tercer cuarto llegó el despegue de las locales. Les entró todo. Con Denti en el banquillo por faltas, Morales mantenía a las ibicencas vivas anotando tres canastas consecutivas; pero las amarillas, de la mano de Ouviña y Vynuchalova, rompieron el marcador.

En los últimos diez minutos la decoración apenas varió. Las rojillas fueron perdiendo fuelle poco a poco y la historia tocó a su fin. Fue un querer y no poder. Si el PDV pierde la próxima semana y el Obenasa gana, el descenso será matemático. La vida que queda es escasa.