A lo largo de su historia, el Celta femenino ha sabido enfrentarse a
situaciones complicadas saliendo siempre a flote. Hace doce días,
cuando el Gran Canaria jugaba en Navia, el técnico canario Domingo Díaz,
le comentaba al cuerpo técnico del conjunto vigués que jugando de la
forma en la que lo hizo las victorias no tardarían en llegar. El
miércoles las de Colinas estuvieron a punto de dinamitar la competición
asaltando Salamanca.
La victoria de Obenasa Navarra sobre Rivas Ecópolis había
despertado en el seno del equipo vigués una gran preocupación por la
dosis extra de moral que habría conseguido el cuadro navarro de cara al
determinante partido del sábado en el pabellón de Navia a partir de las
18 horas. Sin embargo, después de completarse la vigésima jornada, ya
existen dudas sobre si es más importante una victoria ante un Rivas que
ha perdido siete partidos en lo que llevamos de temporada y que en estos
momentos no está clasificado para la fase final del campeonato; o una
derrota por la mínima en el pabellón Wurzburg ante el campeón de Europa y
campeón de Liga, al que únicamente el todopoderoso Ros Casares ha
conseguido derrotar en su feudo salmantino.
En los tres últimos
encuentros disputados, el Celta ha mostrado un alto nivel competitivo, a
pesar de que tan sólo han podido conseguir una victoria. En Burgos
cayeron por un punto, mientras que el miércoles en Salamanca a once
segundos para el final el equipo volvía a perder por un solo punto. Tres
motivos más que suficientes como para llegar al partido del sábado con
una fortaleza mental que debe ser clave para conseguir la victoria ante
las navarras.
La directiva viguesa ya se ha puesto a trabajar para
que el pabellón de Navia registre el sábado la mejor entrada de la
temporada. El objetivo es tratar de congregar a dos mil aficionados que
llenen el pabellón y que lleven al equipo en volandas en un partido
crucial para luchar por la permanencia. Desde principios de semana, el
club está repartiendo invitaciones en los colegios para que acudan a
Navia. De hecho, ya han sido varios clubes de categorías inferiores, los
que han cambiado los horarios de los partidos para llevar a los equipos
al pabellón a presenciar el encuentro.
En lo estrictamente
deportivo, el equipo vigués regresó el jueves de madrugada de Salamanca,
pero sin tiempo que perder el técnico citó a la plantilla ayer a las 13
horas en As Travesas, aunque el entrenamiento duró solamente una hora.
Esta tarde el equipo se desplaza a Navia, en donde realizará el último
entrenamiento fuerte de la semana a partir de las 19 horas y por espacio
de hora y media, ya que a estas alturas de la temporada todo está
prácticamente trabajado. Mañana sábado, el equipo volverá a Navia a las
10.30 de la mañana, en donde realizará una suave sesión de una hora
para mantener la tensión de cara al partido de la tarde. Un encuentro
que será dirigido por los colegiados Alberto Perera y Raúl Blanco.
Viguesas
y navarras llegan a este encuentro empatados a victorias, cinco cada
uno, y el triunfodel cuadro vigués tendría un valor doble, ya que el
Celta ganó el encuentro de ida y, por lo tanto tendría el basketaverage a
su favor
Raúl Rodríguez // foto: M. Gª Brea farodevigo.es
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