Paula Palomares fue una de las primeras ídolos del baloncesto
femenino en Asefa Estudiantes. El año en que se cumplen 10 años del
primer ascenso a máxima categoría de las chicas colegiales, la base
"ramireña" vuelve a la que fue su casa. Repasamos su historia
En unos meses, en mayo, se cumplirán 10
años del primer ascenso del equipo femenino de Estudiantes a máxima
categoría. Una década en la que el Estu vivido en femenino ha vivido de
todo (desde la gloria de los playoffs y la Copa de la Reina a dos
descensos, permanencias in extremis o el buen sabor de boca de volver a
ascender, quedarse a las puertas...). Y se ha asentado dentro de un club
que no hace tanto era únicamente masculino y que ahora rara es la
categoría de la selección española sin jugadoras de su cantera.  Este sábado regresará al Magariños una de las protagonistas de aquel ascenso, y una de las primeras "mediáticas" del "Estufem": Paula Palomares.
Se ha ido reconvirtiendo poco a poco de base a escolta, y ya no es
aquella niña que, aunque tenía ficha en el junior que quedó segundo de
Madrid y seguía estudiando en el Ramiro, dejaba entrever su enorme
potencial en el primer equipo, con su descaro y capacidad anotadora. YA NO ES UNA NIÑA
Ahora tiene 27 años, hace ocho que salió de Asefa Estudiantes y vuelve a
la Liga Femenina 2 de la que fue fundadora. Lo hace en un club
histórico, el Stadium Casablanca (con el nombre comercial de
Clickseguros), y siendo ella misma ya una clásica en la máxima
categoría. Desde aquel ascenso junto a las Montse
Antón, Sonia Blanco, Esther García, Miren Garayalde, Bea Gallardo,
Mónica Gómez, Nuria Santos, África Pesquero o Rebeca García con Alberto Ortego en el banquillo su carrera solo había transcurrido en LF2, entre Canoe, Mann Filter Zaragoza y Unión Navarra. LA "13" DEL RAMIRO DESLUMBRA La
gran puesta de largo de Paula Palomares en la Liga Femenina fue en la
victoria 67-81 en la cancha del Celta en la jornada 9 de aquella
temporada 2002-03 de debut: 22 puntos y ¡9 rebotes! para una jugadora de
solo 1,72 metros. A
partir de ahí, no se dejó de hablar de ella, convirtiéndose en la
jugadora más conocida del joven y sorprendente equipo colegial. Joven,
descarada, del Ramiro y con el 13 a la espalda. Las comparaciones,
aunque odiosas, estaban en bandeja. El
equipo en su primer año en LF mantuvo sin problemas la categoría (Paula
fue precisamente la que la sentenció con otros 22 puntos en la victoria
contra Andalucía Aifos en el "Magata") dando más de un sustito a los
grandes. Y en la segunda, con la veterana Betty Cebrián como
gran referente dentro, los primeros playoffs de la historia del
"Estufem", tras quedar séptimas en liga regular. Ahí esperaría el
Universitat de Barcelona, a la poster subcampeón.

EL IDILIO SE ACABA Sin
embargo, el idilio Paula-Estu terminaría ese verano de 2004. No se
encontraba a gusto, y -por no meternos en detalles escabrosos tantos
años después, quien quiera detalles puede acudir al libro "Club
Estudiantes. 60 años de baloncesto"- aunque el club quiso retenerla
tenía la decisión tomada y llegó a acogerse al famoso decreto 1006. CON ACENTO MAÑO Canoe
fue su destino, aunque solo estaría un año en Pez Volador, ya que
descenderían. Sin embargo, cambió de ciudad pero no de color: fichó por
el Mann Filter Zaragoza en 2005-06 y allí jugaría cinco temporadas. La
temporada pasada cambió de aires, para jugar en el UBN Obenasa de
Pamplona, y este año regresó a la ciudad del Pilar y a la categoría en
la que su nombre empezó a sonar por primera vez: la Liga Femenina 2. Santi Escribano clubestudiantes.com FOTOS: foroacb.com y juegosescolaresdearagoon.com
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