Avenida ha conseguido romper frente al conjuntoo húngaro de Sopron la mala racha que había sumado en las últimas semanas perdiendo sus tres últimos encuentros. Defensa y velocidad han sido las claves del despegue de las charras que, sin embargo, en la primera parte dieron una de cal y otra de arena que simbolizan este tramo tan irregular que está viviendo en el inicio de temporada

El primer tiempo a las charras les costó cerrar el rebote, sobre todo el ofensivo, con el que daban una y otra oportunidad a su rival. También le falta a las charras más intensidad defensiva, sobre todo en el interior.

La versatilidad de Kurasova (antes Gorbunova, cuando jugó en Salamanca), más grande siempre que su par si le ponían un alero sobre ella o más rápida si colocaban a un poste también hizo daño al equipo salmantino en el primer cuarto.

En el segundo parcial, a pesar de que la defensa de Avenida cambió por completo, pasando a ser mucho más agresiva, no se veía compensada con acierto en ataque, por lo que los minutos pasaban y el marcador no se movía en ninguna de las dos canastas. Fue entonces cuando apareció Allison Feaster, que en el primer cuarto se fue al banco por no tirar en una situación clara de tiro, y puso en apenas 3 minutos a Avenida por delante gracias a 11 puntos consecutivas de la escolta charra, que fue la única que anotó, por otra parte, en este tiempo.

El segundo cuarto, por tanto, fue el del despegue de las charras, que no solo vieron la canasta con más facilidad según se aproximaba el descanso, sino que dejaron a las húngaras en 5 puntos.

Tras el descanso, el colchón de 10 puntos que Avenida había logrado en el segundo cuarto se afianzó por completo gracias a unos minutos de inspiración de Marta Fernández, que hacía lo que mejor se le da: robar balones y correr.

Estos minutos, que eran un intercambio de canastas, favorecían a las salmantinas que se llevaron además la buena nueva de contar con un abanico más amplio de jugadoras con responsabilidad. A Fernández, en este parcial, se le unió Anna Vadja que apenas cometió errores y se la vio sobria y segura de cara al aro rival.

En el último parcial, sin embargo, las salmantinas dieron una última vuelta de tuerca a su presión defensiva que las llevó a aumentar la renta de 10 a 20 puntos.

Solo se vivió un momento de angustia al comienzo cuando Sasha Kurasova sumó cuatro puntos consecutivos que pusieron a Sopron a siete (59-52). La reacción de las charras, gracias a Fernández y a Sánchez, que imprimieron una velocidad más al juego charro, finiquitó el encuentro y, con él, la mala racha de resultados que Avenida había sumado perdiendo los tres últimos encuentros de Euroliga jugados.