Considera «muy complicado» lograr la permanencia con tan solo seis
profesionales. Además, cree que los políticos son los causantes de la
coyuntura económica de la entidad ibicenca.
Miguel Ángel Ortega analizó ayer la situación tanto deportiva
como institucional que sufre el Palacio de Congresos. El técnico catalán
apunta hacia los políticos para acusarles de no haber sabido repartir
las subvenciones, si bien no se olvida de las gestiones deportiva y
directiva. Sus declaraciones transmiten pesimismo en cuanto a que ve muy
oscuro el futuro del cuadro ibicenco en la Liga Femenina, ya que no
cree que el equipo que dirige, con tan pocos efectivos, pueda lograr las
siete victorias que podrían dar la permanencia.
—El panorama en el Palacio es desalentador si se consuma la
marcha de Sandra Pirsic a Rivas, como está previsto. ¿Con tan solo seis
jugadoras profesionales y una sola pívot se puede conseguir no
descender? —Es muy difícil. Ya lo era cuando estábamos todas, ahora mucho más. Es una situación caótica.
—¿Cómo han caído en el vestuario las marchas de Dennett y la próxima de Pirsic? —El equipo lo entiende. La economía es la que es y es algo comprensible.
—¿Teme que se marche alguna jugadora más? —Puede
ser. Hoy en día el mercado de los agentes no es como el de antes porque
tienen socios en toda Europa y cualquiera puede tener opciones de jugar
en otros sitios. La inestabilidad hace que miren otras cosas.
—Nueve derrotas en nueve partidos escuecen a cualquiera. Siendo realistas, ¿cree que está cerca la primera victoria? —Puede
suceder, pero es complicado. Si somos capaces en todos los partidos de
mantener un espíritu combativo nos tiene que llegar.
—Hondarribia,
que cierra la zona de permanencia, está a dos victorias. ¿Se le podrá
dar alcance al equipo vasco antes de que acabe la primera vuelta? —Es complicadísimo. Puede pasar cualquier cosa, pero está muy caro.
—¿En cuántas victorias cifra la permanencia? —Tal y como veo el desarrollo de la competición creo que con siete puede llegar para salvarte, aunque solo son conjeturas.
—¿Es Canarias una pista propicia para lograr la primera victoria? —Nos enfrentamos a un gran equipo. Será muy duro.
—Decía
el pasado sábado que no puede preparar los partidos por falta de
jugadoras. La situación en el club impide realizar fichajes. ¿Qué conejo
se tiene que sacar de la chistera para que esta situación cambie? —No
está en nuestras manos. Todas las decisiones que se han tomado este año
han sido por imperativo económico. Ya en el verano había una idea,
ahora es otra... Debería mirarse al PDV desde un aspecto representativo
de la isla. El club tiene una parte formativa y social. Luego está la
profesional. No hay ningún equipo en España que no tenga el amparo
institucional. Salvo Real Madrid y Barcelona todos los demás necesitan
el apoyo de las administraciones, que condiciona el futuro del PDV.
—¿Quién cree que ha tenido la culpa de llegar a la coyuntura actual? —Es
una mala gestión política. Un club como el nuestro que gestiona tanto
dinero público debería tener a un político en su directiva y no lo hay,
por lo que es un error. El político sabe cuál es la tendencia económica,
qué cantidades cree que pueden servir para el club, etc. Es una entidad
que transmite una imagen en toda España y por eso debería haber alguien
nombrado por las instituciones que esté al tanto de todos los
movimientos. Se ha llegado a esta situación por una mala gestión
política, pero evidentemente también ha habido gestiones erróneas desde
la parcela deportiva y de directiva. Pero lo más importante es saber
cuál es la verdadera política deportiva que hay en Eivissa. Hay una
negligencia muy grande. No se justifica que haya dos clubes
profesionales en baloncesto femenino.
—¿Aguantará como entrenador hasta final de temporada? —A
mí me gustaría que alguien me dijera: esto no tiene ningún sentido, no
va a ningún sitio. Si fuera así me iría a mi casa. Pero espero que haya
alguien que diga que sí interesa tener un equipo profesional porque es
imagen deportiva de la isla y se pueda seguir adelante.
—¿Cómo
vive personalmente que el club pague las mensualidades a plazos y no
poder tener más jugadoras para entrenar y para afrontar los partidos? —Lo
vivo con resignación, pero afortunadamente tengo un entorno muy rico
como mi amigo Jordi Fernández, la gente que trabaja conmigo y del
básquet que tengo a mi alrededor.
—¿Piensa que el Palacio podrá finalizar la temporada? —Al
equipo no le queda otra solución que acabar la temporada, ya que hay un
aval puesto por parte de la directiva. La clave está en si hay un deseo
de tener un equipo en Liga Femenina o no. Si alguien se siente molesto
porque al Palacio le dan más dinero es porque el político no ha sido
transparente y no ha tenido una política deportiva clara.
El protagonista
SENSACIONES ¿Se ve con fuerzas para acabar la temporada? Va por momentos. En mis 25 años como entrenador nunca he vivido algo así.
FUTURO ¿Cuántas veces se le ha pasado por la cabeza arrojar la toalla? Alguna que otra. Hay que pensar que juegas con muchas cosas como el club, las jugadoras y sigues tragando...
Gustavo L. Sirvent diariodeibiza.es
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