 Le llaman la Juana de Arco del Baloncesto Español y no es para menos
porque, aunque la heroína del Siglo XV era francesa, sí comparte con
Amaya valores como la valentía, la fuerza de voluntad o el vigor.
Características que adornan a una deportista que ha traspasado la
barrera de las canchas para convertirse un icono social. Punto de
referencia para las mujeres españolas que suspiraron cuando esta
jugadora de 35 años se fracturó las dos muñecas al intentar hacer un
tapón. Volverá.
Da gusto verla sin escayolas ¿Cómo van las muñecas?
Bastante bien. Por fin me han quitado las escayolas que me
imposibilitaban hacer cosas normales y, aunque tengo las muñecas
rígidas, voy sumando puntos día a día. La verdad es que cuando me pasó
dije ‘en dos meses estoy de vuelta' pero lo dije desde la ignorancia.
Ahora me doy cuenta... Creo que voy a estar ahí, aunque me he dado cuenta
de que ya no es el quiero sino el puedo. Hay que ver cómo evoluciona el
giro, la fuerza... cuando estoy en casa no paro de hacer ejercicios para
ir más rápido. Lo idóneo sería llegar antes de la Copa porque tanta
inactividad se nota y no tendría nada de ritmo de partido en una cita
donde me gustaría ayudar al equipo en mi casa de Alcobendas.
Sería una cita preciosa para reencontrarnos con la Amaya de toda la vida, porque tu carrera ha sido casi irrepetible....
Sí. Me quiero recuperar bien porque cuando vaya a saltar a la
pista quiero sentirme yo. Estar con confianza y no pensar que voy a
tirar y no voy a llegar al aro. He tenido la suerte de que me pase esto
con 35 y no con 26 años porque, aunque llevo una temporadita curiosa con
las lesiones, tengo la suerte de haber estado en equipos importantes y
vivir la época dorada de la Selección -menos el último europeo-. He
conseguido todo y estoy jugando porque es lo que más me divierte en la
vida. Eso te da paz en la rehabilitación.
¿Cómo ha llegado a los 35 con esa capacidad para mantenerse en lo más alto?
Va mucho con la ambición, el carácter y que te guste realmente
lo que haces. A mí encanta entrenar y el secreto es pasarlo bien. Seguir
entrenando en verano porque cada día la gente joven está más preparada
-como en la vida laboral-. Para mi entrenar cada día es un placer e
intentar nuevas cosas me motiva. Luego está el carácter que tiene cada
uno para superar lo que no te sale bien con motivación y ganas.
¿Qué tal se ve la Liga Femenina desde el reposo?
Pues creo que la crisis afecta en que hay menos rotación en los
equipos. Pero, por el contrario, el Ros ha hecho un equipo de ensueño
que sale como favorito, aunque ojo con Salamanca que va a poner más
oposición de lo que la gente esperaba. Luego nosotras en Rivas estamos
jugando a un grandísimo nivel pese a las lesiones. Todas están dando un
paso al frente y además hay otros equipos como Mallorca, que con Jorge
Méndez están dado pasos cada año, o Zaragoza que me gusta mucho...
¿Un equipo campeón se construye con 12 estrellas?
Es difícil. Alguna de esas estrellas tendrá que cambiar el rol.
No todas pueden ser cabeza de ratón. Tiene que ir mucho con la jugadora.
He estado en equipos en Rusia con superestrellas y hay que llevarlo muy
bien porque no todas van a tener un papel relevante y eso es difícil de
llevar cuando hay tantas estrellas dentro de un vestuario.
La Selección masculina es un ejemplo de gestión de este tipo de situaciones.
Desde luego. Somos afortunados de tener los jugadores que
tenemos. Es increíble lo que uno puede divertirse viendo a esta
Selección. El aficionado de a pie no sabe lo difícil que es lo que ellos
hacen ganando a equipos como Francia, Macedonia, Lituania... El listón
está muy alto y cuando esta generación lo deje se va a notar el vacío
aunque hay un relevo muy bueno. Hay unos líderes intocables y transmiten
felicidad. Ojalá en Londres nos den otra alegría. Ganen o no, nos harán
sentir orgullosos porque se dejan todo en la pista.
¿Es consciente que es la Pau Gasol del Baloncesto Femenino Español?
Ahora me estoy dando cuenta que quizás soy la que ha superado la
barrera mediática -aunque sin equipararme a ningún deportista
masculino-. Soy la que más se conoce y es un orgullo que las jóvenes se
puedan fijar en mi. Me dejo la piel en la cancha para lo bueno y para lo
malo. Que me comparen con Pau... (cabecea) es que es un icono para todos.
No sólo para el Basket sino para gente famosa aunque no sea deportista.
A nivel solidario y a nivel de su trabajo cada año hace algo diferente y
es muy difícil porque le miran con lupa, pero el secreto de su éxito
está en su cabeza. Eso es lo más importante porque tanto fuera como
dentro es un modelo a seguir para todos.
Pertenece a ese selecto grupo de
deportistas capaces de romper los esquemas y no morir en el intento, lo
que el espectador agradece y a veces el entrenador lo padece, ¿esto se
entrena?
Eso no se entrena. Con eso se nace. Yo me he llevado muchos
palos. Se me quiere o se me odia porque soy muy expresiva. La gente se
sorprende por mis gestos. Pero al final el jugador que destaca es el que
sabe llevar la presión. Hay jugadores que en los entrenamientos te
maravillan y en el partido no saben llevar esa presión. A mí me da igual
llevar 0 de 6. Tiro la séptima y sé que la voy a meter. Eso no se
enseña. Elisa, Alba...lo tienen. Tienes que tener un carácter especial.
Sin decir nombres. ¿Con qué enseñanza de un entrenador se quedaría tras tantos años?
Yo lo digo. A mí me marcó Miki Vukovic. Me fichó muy jovencita en
un equipo que venía de ganar la copa de Europa y me puso de titular en
la Final Four con 17 años. Me hizo ver donde podía llegar en este
deporte, trabajó muchísimo conmigo, me impregno el carácter yugoslavo y
le sigo llamando para agradecérselo. He llegado donde he llegado por él
aunque también me gustaría darle las gracias a todos mis entrenadores
porque de todos saqué alguna enseñanza.
¿Qué enseñanza sacó del Eurobasket de Polonia?
Fue una gran decepción, aunque debemos analizar el cúmulo de
desgracias en la que se produjo. No es normal que un equipo tercero del
mundo se quede fuera de los ocho mejores de Europa. Para mí es un palo
del que no me recuperaré igual que las veteranas aunque a las jóvenes
les vendrá bien porque un palo así no viene mal ya que te hace saber lo
bien que estamos viviendo. De las derrotas se aprende mucho más que de
las victorias.
¿Qué ocurrió?
Muchas cosas: las malditas lesiones mía y de Sancho, la gente no
sabe lo igualado que está el baloncesto femenino, el calendario de FIBA
tampoco ayuda... Por ejemplo Bielorrusia, que estaba dominando en Europa,
también se ha quedado fuera. Y es que tienen que ser conscientes que
desde el Mundial no tuvimos descanso y enganchamos con un Europeo clave
en el que las selecciones más potentes sufrieron porque tras un año y 8
meses sin descanso es muy difícil. Además si le sumas que nosotras hemos
estado 10 años en lo máximo pues lo hemos pagado.
Pero la vida sigue y, por suerte, podemos seguir disfrutando de nuestras estrellas en Teledeporte cada sábado.
Sí y es importantísimo. Tenemos que tener un escaparate
televisivo como este porque sin la televisión no nos damos a conocer
como jugadoras. No sólo estamos Alba, Elisa o yo. Hay muchas jugadoras
que son el futuro y que se puede ver en Teledeporte los sábados. También
es importante el seguimiento por internet en sitios como la página de
la Federación porque son fundamentales para que nuestro deporte siga
creciendo...
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