
Pintan bastos para el Palacio de Congresos. Las chicas de Miguel Ángel
Ortega sumaron ayer su cuarta derrota consecutiva del curso ante el Cadí
La Seu d'Urgell (62-68) en un partido que estaba llamado a ser la rampa
de despegue hacia el triunfo por varios motivos. Sin embargo, la
intermitencia en el juego santaeulaliense, lastrado por la falta de
efectivos para la rotación, envió al Pirineo un triunfo que se llegó a
rozar hasta el último aliento
La primera razón para vencer el encuentro era inexcusable. El Cadí está
llamado a ser uno de los rivales directos en la lucha por la permanencia
y, tras salir airosas de la Villa del Río, las jugadoras de Andreu Bou
ya gozan de dos partidos de ventaja sobre el PDV. El técnico catalán
manejó una rotación de cuatro piezas. Es decir, dos más de las que
dispuso Ortega, que dejó inéditas a Verónica Ávila y Tamara Pérez,
disponiendo solamente de siete jugadoras durante los 40 minutos.
Animado primer cuartoDespués
de un animado primer cuarto en el que los ataques fluyeron y que acabó
con 15-16, el Palacio sacó su mejor repertorio defensivo y dejó sin
anotar a las catalanas durante los primeros 5'40'' del segundo parcial
(21-16). Otro motivo para cantar victoria era la reaparición de Silvia
Morales, que fue agua de mayo para la ofensiva pitiusa. La escolta ayudó
a ampliar diferencias hasta el 31-24 con el que se alcanzó el ecuador
de la contienda.
Sin embargo, el desgaste físico se agazapaba
como una fiera dispuesto a saltar a la yugular ibicenca en el momento
más inesperado. El mejor Cadí emergió a la vez que el PDV presentaba su
peor versión. ¿El resultado? 24-9 de parcial en el tercer cuarto. El
terreno ganado se cedió sin oposición, al no poder aguantar las Pirsic,
Scanlon o Barnert la sobrecarga de minutos. Solo un triple de última
hora de Morales dejó un 40-48 esperanzador, que apelaba a una épica que
entrevió la puerta antes de cerrarla en el último momento.
El
último parcial trasladó la tormenta al interior del pabellón. Dennett se
alzó en la pintura y dio rienda suelta a su 'electricidad' -llegó a
anotar seis puntos seguidos- que dejó al Palacio a una sola canasta de
distancia con 40 segundos por jugarse.
Sangre fría visitanteCristina
García tuvo la sangre fría para cerrar el partido y truncó la principal
razón del PDV para ganar: estrenar su casillero de éxitos. Los silbidos
de los 200 espectadores que se congreron en el Municipal de Santa
Eulària no hicieron que le temblara el pulso
Miguel Ángel Ortega: «
Tenemos que estar muy bien en todo para acabar ganando. El frescor del
rival en ciertos momentos ha hecho que nos hayan sacado este margen»,
comentó el preparador. Además, admitió no sentirse agobiado por no haber
ganado todavía en Liga
Andreu Bou:El técnico catalán consideró que el juego del Palacio es «prometedor»:
«
Los dos últimos años hemos empezado con rachas de 1-9 y 1-6, unos
balances muy malos que remontamos. El PDV lucha hasta el fina, creo que
las victorias le irán llegando»