 El baloncesto femenino español sigue a la gresca. Si hace algunos meses
el motivo de la disputa era la falta de acuerdo para la convocatoria de
una huelga, ahora la controversia surge por la consideración de no
comunitarias de las jugadoras serbias. El problema saltaba horas antes
de inicio de la primera jornada, cuando el Celta, Navarra y Soller
reciben la comunicación que sus jugadoras serbias Maja Vucurovic, Jovana
Rad y Dara Kovacevic no podían jugar al no considerarlas comunitarias y
tener los clubes cubiertas las fichas, por lo que las tres jugadoras no
disputaron el sábado la primera jornada del campeonato. Aunque todos los equipos se vieron sorprendidos por la noticia, la
realidad es que el cambio en la normativa fue aprobado en la asamblea
del junio, sin que nadie hubiera dicho nada al respecto, aunque también
es cierto que tampoco hubiera estado de más que la propia Federación
comunicara a los clubes el cambio dada su importancia. Una reacción
que no llegó a pesar del agravio comparativo con respecto al resto de
competiciones europeas y, mucho más cerca, a la propia Liga ACB. Resulta
curioso que este verano, la ACB, la Federación y la Asociación de
Jugadores firmaron un acuerdo por el cual "se asimilan a jugadores
comunitarios los jugadores que tengan la nacionalidad de una federación
adscrita a FIBA Europa -Serbia., Lituania, Bosnia...-". Válido para la
ACB pero no para la Liga Femenina.
El problema se podría resolver de
manera muy sencilla, y aquí es donde surge el problema. Desde la
Federación se pide a los clubes de la Liga Femenina una carta firmada
por los catorce, en donde se solicite la derogación de la norma. Una vez
que la carta llegue a manos de la Comisión Delegada, ésta podría
resolver en un corto espacio de tiempo admitiendo lo que es habitual en
el resto de Europa, y las tres jugadoras podrían debutar el fin de
semana. Aquí es donde comienzan las complicaciones, pues de los catorce
equipos de la Liga Femenina, hay cuatro que no quieren firmar la carta.
De hecho, uno de ellos primero la firmó y media hora más tarde se
retractó, haciendo frente común con los otros tres equipos, a lo que no
les va nada en todo este problema.
Los clubes poderosos de la
categoría están totalmente de acuerdo con la consideración de
comunitarias de las jugadoras serbias, ya que nadie descarta que en los
próximos meses necesiten algún recambio y tengan que acudir a este
mercado. Los teléfonos echaron humo ayer por la tarde, igual que lo
harán a lo largo de todo el día de hoy. Todos quieren convencer a los
"cuatro escindidos", pero por el momento la cosa está difícil y habrá
que esperar.
En el club vigués están muy preocupados por el tema, ya
que en el hipotético caso de no poder jugar, se le presenta un serio
problema, ya que para poder fichar habría primero que finiquitar a Maja,
que cobraría la ficha íntegra al ser el club quien le rescindiera el
contrato, y ya se sabe cómo está la economía del club. Las próximas horas serán claves para saber cómo se desarrollan los acontecimientos
Raúl Rodríguez // foto J. de Arcos farodevigo.es
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