Un compromiso -de mínimos- por parte de las instituciones ha sido suficiente para que el Universitario Ferrol se arriesgue a formalizar su inscripción en la Liga Femenina 2 para la campaña que comenzará en octubre.

La delicada situación económica y el recorte de las ayudas públicas destinadas al deporte hicieron valorar a los responsables de la entidad la posibilidad de renunciar a su plaza pero, finalmente, el respaldo por parte del Concello y la Diputación, aunque no haya sido del todo firme, han permitido desechar ese punto.

Confirmado este trámite burocrático, la entidad comenzará a conformar ya su proyecto de cara a la temporada 2011/12 en la que, como ya viene siendo habitual en los últimos ejercicios, deberá construir su plantilla prácticamente desde cero. Y es que, aunque la intención original de los rectores del club era mantener a un buen número de jugadoras, prescindiendo solo de las foráneas, este aspecto no se podrá cumplir ya que muchas de ellas se han comprometido ya con otros clubes.

La tardanza por parte del Universitario en echar a andar su proyecto y, sobre todo, sus limitaciones económicas han hecho imposible que retenga a dos de sus bastiones: Marta Tudanca y Beatriz Sánchez. Ambas dejan el club, la vitoriana después de tres campañas y la andaluza tras una para reforzar al Bembibre, dirigido por el ferrolano Chiqui Barros, que ya coincidió con Marta Tudanca en su etapa como entrenador del Universitario.

A día de hoy, y salvo las jugadoras de la cantera a las que el primer equipo suele recurrir para completar su plantilla, el Universitario cuenta únicamente con la base Marina Feijóo en nómina. Ahora que se tiene la certeza de qué competición se va a disputar, el presidente Leopoldo Ibáñez confía en cerrar en el plazo de unos días la contratación de un entrenador, toda vez que todavía no tiene muy claro cómo quedará constituido el cuerpo técnico del club.

Trabajo > Una vez se resuelva este importante aspecto, desde la entidad se comenzará a trabajar en la confección de la plantilla. Así que el preparador que tome las riendas, junto con el presidente, tendrá un duro trabajo por delante en el que, nuevamente, deberán echar mano del ingenio para intentar confeccionar un grupo medianamente competitivo con unos recursos económicos limitados y acordes siempre al modesto presupuesto de la entidad ferrolana.