El Sóller tropezó con el hambre del Obenasa, que se llevó el partido de son Angelats por una simple cuestión de fe
Las de César Rupérez tuvieron muy claro en todo momento su objetivo y desde el principio fueron a por él. El UNB se jugaba sus opciones de salvación y esto pesó más que la ilusión local por amarrar el puesto europeo.
El conjunto navarro tenía muy claro cómo parar al Sóller, no dejarle correr y obligándole a ahogarse en el ataque estático. De entrada, el Obenasa tomó la delantera en el electrónico y sólo un ligero titubeo a los cuatro minutos dio opción al Sóller, con un 6-0 y 10-8 en el marcador. Un simple espejismo al que responderían las navarras con un parcial de 2-10 que abría una brecha que el cuadro mallorquín ya no sería capaz de cerrar.
La velocidad en ataque y los conceptos muy claros fueron las premisas del Obenasa, que rompía la defensa local a golpe de puertas atrás. Rupérez consiguió desarmar al Sóller dejándolo reducido a dos únicas referencias ofensivas, Ferrari y Murphy. El juego interior local se vio en todo momento superado por Chones y Dos Santos. Con 23-35, el Sóller pudo reconducir la situación con un 6-0 para encarar el descanso.
Pero el UNB no se descompuso nunca y su gran acierto desde la línea de triple (8 de 11), sirvió para aumentar su confianza y mantener la diferencia. Abalde supo ser la sombra de Murphy y la reacción local no llegaba; la aportación del banquillo, testimonial.
Boada y Palomares se hacían con el ritmo de partido y desmontaron al Joventut Mariana con sus penetraciones. Ferrari apretó el marcador antes del final del tercer acto (50-53), pero las navarras no sucumbieron. El pulso del último parcial sirvió para que el Sóller tomara conciencia de su tropiezo.
Llorrenç Morro DIARIO DE MALLORCA |