El Zamarat Caja Rural Valbusenda pasó como una auténtica apisonadora por encima de un Bembibre al que borró de la cancha y al que le endosó una severa derrota por 23 puntos de diferencia (75-52), un basket average que puede pesar lo suyo al final de la Liga en caso de posibles empates.

El equipo de Juan de Mena se ha mostrado intratable a lo largo y ancho de una primera vuelta que da sus últimos coletazos y una buena prueba de ello se tiene en este partido ante las bercianas, que sólo aguantaron el ritmo de las zamoranas durante el primer cuarto, que concluyó con un parcial de 17-19 para las visitantes después de diez minutos muy intensos en los que sobresalió la dirección de Berta Chumillas en el cuadro local, además de los siete puntos que anotó la base del Zamarat. Fue un periodo en el que las visitantes llevaron el partido a su terreno, posesiones muy largas en ataque y una defensa muy pegajosa que no permitía a las de Juan de Mena disponer de buenas posiciones de lanzamiento.

En el segundo cuarto ya cambió el panorama y con un primer parcial de 4-0 tras las canastas de Lidia Gesteira y Janet Arias (21-19), las zamoranas iban a coger el mando en el marcador y ya no lo iban a dejar hasta el bocinazo final. Ambos conjuntos marcaban un ritmo de juego muy alto que llevó su buen desgaste, un desgaste que iban a empezar a pagar muy caro las chicas de Chiqui Barros, cuyo banquillo apenas iba a aportar nada al juego de su equipo y mucho menos en el apartado de anotación ya que las que no formaron parte del quinteto inicial acabaron consiguiendo la pírrica cifra de cinco puntos, dos Andrea Boquete y tres Raquel Asensio.

Era un periodo en el que Aitana Cuevas comenzaba a hacer daño bajo el tablero visitante, en el que anotaba con relativa facilidad para conseguir ocho puntos en un abrir y cerrar de ojos. Con una canasta sobre la bocina de Daira Varas se llegó al descanso con un más que prometedor marcador para las locales de 43-34. Daba la impresión que el Bembibre podía empezar a hacer aguas en cualquier momento y así acabó siendo.

Quizá el tercer periodo fue lo más flojo del partido por parte de uno y de otro equipo, que se empeñaron en jugar más rápido de lo que podían o sabían y ello llevó a cometer numerosos errores en la entrega del balón y en el lanzamiento tanto por parte del Zamarat como del Bembibre, por lo que a nadie le puede extrañar para nada el parcial de 12-7 en estos diez minutos que dejaban el electrónico con 55-41.

El Bembibre siguió bajando su ritmo de juego ante un Zamarat que crecía y crecía y que se iba disparando en el marcador poco a poco ante el monumental cabreo del técnico visitante Chiqui Barros, que tuvo a su equipo clavado en 41 puntos durante casi siete minutos. Al término del encuentro la diferencia se amplió a 23 puntos para alcanzar el 75-52 final.