Las jugadoras y el cuerpo técnico esperan cobrar hoy alguna cosa. Se les debe dos meses y las hay que no tienen agua caliente en el piso
La situación del Olesa es crítica, pero no lo es menos la de las jugadoras y el cuerpo técnico, que no cobran desde hace dos meses y medio y que, en algunos casos, tienen que hacer equilibrios demenciales para poder vivir con una cierta y digna normalidad.
Aun no ha terminado la primera vuelta y la directiva ya tiene un ultimátum exigiendo el cobro de alguna cosa, ya no todo lo que se les debe -porque eso ahora mismo es imposible- Un límite que expira hoy y que se había acordado después de no haberse cumplido el que expuso el presidente Jaume Sanmartí a la plantilla el 22 de noviembre.
Aquel lunes, por la mañana, el presidente, el cuerpo técnico y las jugadoras se reunieron después de que el equipo hubiera estado la semana anterior sin entrenarse (del 15 al 19 de noviembre). La medida había sido tomada porque hacía mes y medio que el equipo no cobraba y porque, los precedentes de Sanmartí al frente del del club -las deudas que arrastra el Olesa bajo su gestión las dos últimas temporadas son numerosas- no invitaban al optimismo. Entonces el presidente habló de pagarles algo en cosa de ocho o diez días. Nada de eso ocurrió y la semana pasada, ya con el 16 de diciembre como fecha impuesta por el equipo, Sanmartí hizo saber que hoy se les haría un ingreso porque durante el día de ayer esperaba recibir una transferencia del ayuntamiento.
Los daños
Los desperfectos de la situación son numerosos. Deportivamente ya ha habido tres jugadoras que han dejado el equipo: Stephanie Gandy ya lo hizo el domingo 7 de noviembre, Laura Navarro en el transcurso de la semana pasada y la rumana Claudia Pop el fin de semana pasado cuando ya no se presentó al partido que enfrentó al equipo con Extrugasa. Todo esto obliga a Xavier Tubau a afrontar los partidos con 7 jugadoras del primer equipo, lo que deja al Olesa sin respuestas físicas en las segundas partes. Fuera del ámbito deportivo, no haber cobrado en octubre y noviembre va acompañado por el hecho de que hay jugadoras que tienen que irse a duchar al pabellón porque en el piso -que tiene que asumir el club- no tienen agua caliente. Hasta aquí penúltimas (3-9) y cinco derrotas seguidas.
Las jugadoras no han tomado ninguna determinación en caso de que esta vez las palabras tampoco se transformen en hechos. En este caso, no es descabellado pensar que a la vuelta de las vacaciones de navidad Tubau ni tan solo pueda organizar un 3X3 en los entrenamientos.
J.Pla Comas EL PUNT |