La cita de Pucela escondía la remota posibilidad de una reacción desmelenada de un equipo que compite este año con el mismo grupo con el que consiguió ascender desde la Primera Autonómica en mayo pasado. No producida la sorpresa, el Isla sólo tuvo rival en sí mismo para aplicarse en la tarea de ganar por más de 33 puntos y recuperar de ese modo el primer puesto que le arrebataron una semana antes.

Por ahí no fallaron las de Pernas, que tiraron de Kennedy y Korpivaara (64% de acierto y 41 de nota final) para imponer un ritmo altísimo de puntos y defensa. Las moradas pusieron distancia desde el primer parcial y se plantaron al descanso con casi toda la tarea hecha: +22 arriba y la percepción de que el único obstáculo para superar la treintena de margen sería una relajación que nunca llegó. 

A la vuelta del descanso, el liderato estaba recuperado (+37) con otro atracón ofensivo que amenazaba con un resultado final escandaloso, como así fue luego. Pernas se permitió rotar a la segunda unidad, pero ni así aflojaron las suyas, empeñadas en no hacer bueno el domingo como día de descanso. La variedad de soluciones del Isla podía con el simple empeño de las vallisoletanas, tan jóvenes como improductivas para la exigencia que marca este Isla de Tenerife.

 El último cuarto fue más de lo mismo. Brown ya andaba sentada para aliviar sus dolencias en el hombro derecho, dando paso a la grancanaria Moreno. Álamo y Korpivaara (en sus mejores marcas personales del curso) perseveraron en la meta de no aflojar y el conjunto tinerfeño acabó con la mayor ventaja de la mañana, bien pagado de sí mismo y listo para replantearse el siguiente reto.