Extrugasa, Gran Canaria, Ros Casares y Rivas, los cuatro equipos que se han llevado la victoria en Fontajau.

Extrugasa, Gran Canaria, Ros Casares y Rivas. Los cuatro equipos que han pasado por Fontajau esta temporada se han llevado la victoria contra un Girona del que no se puede decir tampoco que esté haciendo una mala temporada. El equipo de Joan Carles Díez ha conseguido cinco victorias fuera y con un balance de 5-6 ocupa la sexta posición de la liga después de ganar el lunes en la pista del Sóller. "Seguimos creciendo" aseguraba ayer Joan Carles Díez que, no obstante, es consciente que quien más y quien menos tiene marcado en rojo en el calendario el partido de este domingo contra Hondarribia en Fontajau. Las vascas son décimas y se perfilan como una gran oportunidad de ganar en casa después de las dos decepciones iniciales (Extrugasa y Gran Canaria) además de las lógicas derrotas, aunque compitiendo más que bien, contra Ros Casares y Rivas. Díez no quiere obsesionarse con ganar en casa y mantenía ayer el discurso de "sumar siempre es positivo, el partido contra Sóller era muy importante para nosotros y lo pudimos sacar adelante después de un fin de semana complicado" en referencia a los problemas con los vuelos que obligaron a aplazar el partido hasta el lunes. Ganar en Sóller era importante pero, por lo menos para el club, superar a Hondarribia empieza a ser una urgencia para dar una alegria a una afición que no ha dejado de ir a Fontajau en esta primera parte del campeonato.

Girona no tuvo un inicio de temporada como hubiera deseado. La no incorporación de Hamchétou, la jugadora llamada a ser una pieza clave del proyecto obligó a resituarse tanto a nivel de objetivos como de roles en la plantilla. Ahora, con Guneva ya consolidada y habiendo convencido a Díez, el equipo ha ido olvidando los nervios generados por las derrotas contra Extrugasa y Gran Canaria. La derrota contra el equipo de Domingo Díaz, y sobretodo, la floja imagen ofrecida en ese partido y de la semana siguiente en Ibiza hicieron subir los nervios de la pista al palco. El proyecto tambaleaba de salida y hacía falta una reacción que una vez más, llegó sin la presión de jugar en Fontajau. El calendario ya había previsto una primera vuelta con más partidos fuera que en casa y, además, un concierto en el pabellón gerundense provocó un cambio de orden en el derbi contra el Olesa. El momento más complicado y el Girona se la jugaba en dos salidas: Olesa y Navarra. Llegaron dos victorias, el equipo dio un gran paso hacia delante que le llevó a crecer lo suficiente para competir más que bien contra los grandes equipos de la liga. Ni contra Perfumerías, ni Ros, ni Rivas se pudo ganar pero el equipo ya tenía otra cara. En Sóller se volvió a sumar y, ahora, solo faltaría romper el muro de ganar un partido en Fontajau. La cita es el domingo a las seis contra Hondarribia. El éxito de público de esta segunda temporada en la élite no puede seguir sin tener el premio de ver una victoria en casa.