Las viguesas sufren una dolorosa derrota ante el Gran Canaria por sus fallos ofensivos
Celta Indepo 62 Gómez (0), Stankevicine (9), Jordana (10), Sliskovic (23), Michulkova (10) -cinco inicial- Marcos (6), Beljanski (0) y Svitlica (4). Gran Canaria 65 Sánchez (17), Andersson (4), Stallvant (9), Ress (11), Arguello (10) -cinco inicial- Montesdeoca (0), Agnes (1), Castella (3), Nicole (6) y Barro (4). Parciales: 22-15, 13-14, 11-19 y 16-17. Árbitros: González Zumajo y Clemente García. Le señalaron 20 faltas al Celta Indepo y 17 al Gran Canaria. Eliminaron por personales a Luisa Michulkova por el Celta Indepo y a Ress por el conjunto canario. Incidencias: Partido disputado en el pabellón de As Travesas, que registró la presencia de unos setecientos aficionados.
El Celta Indepo sigue sin ser capaz de ganar un partido, perdiendo ayer ante el Gran Canaria en un encuentro donde volvieron a pesar los numerosos fallos ofensivos, y un mal arbitraje que perjudicó considerablemente al equipo vigués. Los buenos augurios del partido de la semana pasada ante el Perfumerías Avenida no tardaron muchos minutos en verse confirmados en el partido de ayer ante el Gran Canaria. Las jugadoras viguesas habían recuperado la estima, las ganas de jugar y, lo más importante, la confianza. El conjunto vigués volvió a centrar todos sus esfuerzos en defensa. El equipo estuvo concentrado al máximo en esta faceta, consiguieron recuperar numerosos balones y obligando al conjunto canario a tener que agotar al máximo las posesiones sin encontrar cómodas posiciones para el tiro. Las primeras ventajas a favor del conjunto céltico no tardaron en llegar, aunque había momentos en los que los fallos en ataque comenzaban a dejar huella el alguna jugadora, por ejemplo la lituana Egle Stankeviciene y la salmantina Blanca Marcos, a las que solamente les falta un poco de suerte en los tiros para recuperar el tino de antaño.
Lo que sí comienza a ser preocupante en los partidos del Celta Indepo es la falta de criterio de algunos colegiados cada vez que pisan As Travesas. Ayer el pontevedrés Clemente García perjudicó notablemente al conjunto vigués en los primeros diez minutos de juego, teniendo que socorrerlo en muchas ocasiones su compañero, señalando infracciones desde el otro lado del campo. Hacía mucho tiempo que en As Travesas no se oían gritos de fuera fuera, y ayer González Zumajo y Clemente García lo consiguieron.
Tras los primeros diez minutos de juego, el Celta Indepo había dejado un buen sabor de boca. Los aficionados saben que las recuperaciones no son de la noche a la mañana, y la del conjunto vigués, aunque tardó, se mantiene firme. No obstante toda recuperación tiene su recaída, y los fallos en ataque siguen produciendo en el conjunto vigués demasiada ansiedad. Todo parecía encarrilado con los siete puntos de ventaja que el Celta Indepo tenía tras la conclusión de los primeros diez minutos, pero las canarias tan sólo necesitaron cuatro minutos para darle la vuelta al partido y empatarlo. Miguel Méndez reaccionó solicitando un tiempo muerto que, sobre todo, sirvió para calmar la ansiedad y reconducir el juego del equipo. Los resultados no pudieron ser más efectivos, ya que las viguesas volvieron a conseguir un parcial de 7-0, aguantando las ofensivas canarias, que al descanso perdían por seis puntos.
El partido se enrareció tras el descanso. Los dos equipos volvieron a centrar todos sus esfuerzos en la faceta defensiva, lo que provocó que el conjunto vigués volviera a tener muchos problemas para ver el aro rival. Esta circunstancia volvió a demostrar que la recuperación del conjunto vigués no es total, sobre todo porque las jugadoras "claves" del equipo siguen sin tener el "toque" necesario para tirar del equipo. Gran Canaria consiguió darle la vuelta al marcador, y si ya no llegaba que las viguesas se ofuscaran ante el aro rival, se unía la falta de criterio arbitral que volvía a perjudicar ostensiblemente al equipo que entrena Miguel Méndez. Lo mejor es que sin jugar bien, el conjunto canario solamente afrontaba los últimos diez minutos con dos puntos de ventaja.
En los últimos diez minutos de juego, la igualdad volvió a ser la tónica general. El conjunto vigués seguía estrellándose ante la defensa canaria, que sin hacer grandes cosas era capaz de dificultar los tiros de las viguesas. En esos momentos fue cuando volvió la impotencia en el conjunto vigués, al que en esta ocasión no se le puede poner ningún reparo. El marcador reflejaba una mínima ventaja canaria, 62-63, cuando se entró en el último minuto de juego, diferencia que se mantenía a 16 segundos para el final, cuando la posesión cayó del lado vigués. Un último tiro, a cuatro segundos para el final, agravó más la crisis de resultados del Celta Indepo.
Raul Rodriguez FARO DE VIGO |