El resultado podría hacer pensar que el partido fue un paseo militar para el equipo madrileño, pero, teniendo en cuenta las circunstancias que rodean al equipo de Guadalajara y la calidad del rival que tenían hoy enfrente -es uno de los tres mejores equipos de la competición, con jugadoras de renombre y experiencia en la Liga Femenina- el Isolux hizo un buen partido.
Las alcarreñas se mantuvieron por delante en el marcador durante casi todo el primer periodo, y, aunque tuvieron algunos minutos en los que tiraron el partido, lo cierto es que dieron la cara en todo momento, sabiendo levantarse de sus errores y jugarle de tú a tú durante muchos minutos al campeón madrileño. Isolux cambió de táctica respecto a partidos anteriores.
García Arés cambió el esquema inicial y dejó en el banquillo a su base Gregor, lo que hizo que los balones que, habitualmente, pierde de inicio el equipo alcarreño, esta vez, no se perdieran. La dirección inicial de Aponte fue buena, y las aportaciones dentro de la pintura de Alaña, que se fue diluyendo durante todo el encuentro, aunque, a ratos, estuvo a la altura de lo esperado de ella, así como las aportaciones exteriores de Robles y Rabadán, mantuvieron al equipo frente a un Canoe en el que brillaba el tiro exterior de Eva Lozano, la fortaleza de Dluzik debajo de los aros y la calidad de su mejor jugadora, la veterana Irene Herradas. Esta vez, Isolux no se amilanó ante la presión madrileña y consiguió salir, casi siempre, bien de la presión. Pero volvió a repetir algunos de sus errores clásicos de esta temporada -balones perdidos, un total de 28 en todo el partido- y bajones en defensa, que provocaron que el Canor aprovechara la situación para irse en el marcador en cuanto pudo.
Pero, a diferencia de situaciones anteriores, las alcarreñas supieron reponerse y no hundirse en cuanto Canoe se fue en el marcador. El acierto y creatividad de Aponte brillaron hasta que apareció el cansancio. Veiksane aportó algunas cosas en ataque y en defensa. Robles luchó contra todo hasta la extenuación, y eso hizo que se llegara al desscanso con "tan sólo" 16 puntos de desventaja. Pero una de las diferencias entre ambos equipos es la profundidad de banquillo, y ese fue un factor que jugó en contra del equipo alcarreño en la segunda mitad. Las alcarreñas, con altibajos, siguieron saliendo bien de la presión; con atascos, consiguieron seguir manteniendo un ritmo de anotación; y con pundonor supieron parar, dentro de sus posibilidades, la fortaleza y calidad del ataque madrileño.
Así, el Isolux luchó hasta el final y supo dar una buena imagen. La diferencia de puntos, grande y merecida para el equipo madrileño, pero el equipo de Guadalajara dio un importante salto en calidad y en lucha, lo que hizo que, al final, la sensación de los espectadores alcarreños fuera bastante mejor de la mostrada en partidos anteriores.
CB Iber
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